Dos días, nueve horas y 46 minutos. Ese es el récord de circunnavegación de Canarias, una plusmarca que acaba de ser establecida por los navegantes franceses Lalou Roucayrol y Quentin Vlamynck a bordo del trimarán Noir Desir del Team Arkema Lalou Multi, tal y como informó ayer este periódico. Partieron el domingo por la mañana del Puerto de La Luz y regresaron a la capital grancanaria el martes por la noche, poco antes de las 21.00 horas, tras recorrer 845 millas en torno a las siete islas principales del Archipiélago a una velocidad media de 14,80 nudos y picos de otros 28. Horas después de alcanzar la misma meta desde la que habían partido, explican con calma cómo fue la travesía alrededor de las Islas tras un primer intento que tuvieron que abortar debido a las malas condiciones meteorológicas que se encontraron por el camino.

Han sido 57 intensas horas de navegación sin cesar ni un minuto en el empeño, por lo que el descanso ha sido lo de menos. "Siempre tenía que haber alguien en el timón para dirigir el barco y tomar decisiones", ex-plica Roucayrol unas horas después de completar la travesía, con la falta de sueño aún reflejándose en su mirada. Durante todo el viaje se fueron turnando para poder descansar un par de horas seguidas, aunque para realizar una maniobra trabaja- ban los dos de forma simultánea. "Al ser un récord en tan poco tiempo, hay que tener una reactividad bastante óptima, por lo que los periodos de descanso son bastante cortos", añade Roucayrol.

Esa misma premura impidió que los navegantes pudieran recrearse en la travesía contemplando las vistas escarpadas del litoral de las Islas. "Pasamos por islas como La Palma o El Hierro muy cerca de la costa, pero lo hicimos de noche, por lo que no pudimos disfrutar de las vistas", lamenta Vlamynck.

Aunque se quedaran sin contemplar el litoral isleño, sí que pudieron contemplar algunos amaneceres y atardeceres impresionantes, según han dejado constancia en los vídeos que grabaron durante el viaje. En cualquier caso, se quedaron con ganas de ver más animales marinos, según Roucayrol: "Vimos pocos peces y solo dos o tres delfines, eso nos extrañó".

"En esta ocasión íbamos mejor preparados que la primera vez", explica Roucayrol. Aquella tentativa, que tuvo lugar hace una semana, fue suspendida debido a las condiciones meteorológicas adversas que los navegantes se encontraron en el camino. "Había mucho viento y pocas olas, muy impresionante navegar en ese momento", abunda Vlamynck. Si entonces el paso de sur a norte y de Fuerteventura a Lanzarote se les atragantó, ahora, con la experiencia, todo ha resultado más sencillo: "Ya sabíamos lo que nos esperaba y las condiciones eran mejores, por lo que podíamos seguir adelante sin arriesgar ningún material ni nuestra integridad", continúa.

Tras completar su circunnavegación y atracar de nuevo en el muelle del Real Club Náutico de Gran Canaria, los dos navegantes ya trabajan para homologar la marca alcanzada. Para ello, el club se encarga de recibir los datos y remitirlos al World Sailing Speed Record Council, entidad supranacional al cargo del registro de este tipo de resultados.

Una vez certificado el dato, otros navegantes podrán tomarlo como referencia o para tratar de batirlo con un tiempo inferior, algo que resultará complicado debido a las favorables condiciones que Roucayrol y Vlamynck se encontraron en esta ocasión. Incluso ellos planean su siguiente intento: "Ya hemos establecido el récord y esperamos hacerlo de nuevo el próximo año con mejores condiciones", aseguran.