Cuál es la magnitud del consumo de alcohol y otras drogas en los entornos laborales?
Se trata de un problema real, que a la vez es un problema muy sensible y un problema al que para buscar una solución es importante la colaboración de todos los agentes. De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo, entre el 15 y el 30% de los accidentes laborales, dependiendo del sec-tor, están relacionados de ma-nera directa o indirecta con la ingesta de alcohol. Es un problema que está ahí y tienen que estar involucradas la parte empresarial, la estructura de mando y los trabajadores. De esta manera se tiene una cierta garantía para abordar el problema y buscar una solución.
¿Qué les llevó a plantearlo como tema para las jornadas de prevención de riesgos laborales?
Colaboramos con Fedeport y propusimos este tema. Llevábamos años comentándolo, pero es una materia sensible. No por ello deja de ser importante, así que nos pusimos en marcha y elaboramos un programa que, de manera constructiva y positiva, intenta que las diferentes identidades y empresas que participan aporten sus experien-cias y sus planes de actuación en este tema, de tal manera que vamos a dar una visión general, real y positiva. Hay solución, pero con la vista puesta en el medio y largo plazo.
¿Existen datos más específicos que esa horquilla del 15 al 30%, o resulta complicado?
Lo es, porque es un tema muy sensible. La persona que consume muchas veces no lo reconoce, no se sabe y no pasa nada, pero es una realidad que todos nos imaginamos y sabemos.
¿Ha sido posible detectar sectores concretos o grupos que puedan encontrarse frente a un mayor riesgo?
Sabemos que las actividades con turnos, que ofrecen una gran demanda o que necesitan un gran esfuerzo están más predispuestas a que el trabajador, el mando o el técnico puedan caer en el consumo de alcohol, aunque carezcamos de datos específicos. Los datos de la OIT, en cualquier caso, resultan meridianamente serios.
¿Cómo se afronta el consumo de alcohol o drogas desde el ámbito de la prevención de riesgos laborales?
Es fundamental hacerlo. Dentro del plan de prevención de la empresa, que es el documento que abarca su política preventiva durante un periodo, deberían estar incluidas tanto la planificación de medidas como el plan de acción para abordar la ingesta de alcohol en el ámbito laboral. Tener trabajadores que sabemos que están consumiendo alcohol en el trabajo es un riesgo que hay añadido. Debe evaluarse y planificarse, y por ende debería estar en el plan de prevención. A día de hoy hay empresas implicadas, pero no resulta fácil, porque hay que cambiar mentalidades. Desde luego, para nosotros es una realidad. Una de las razones por las que elaboramos la monografía que presentamos ahora en Canarias es para intentar sensibilizar y tomar una serie de acciones de cara a las empresas y a los trabajadores, porque en algún momento hay que empezar a hacer algo. Ya es hora de abordar este problema, aunque también es cierto que hay empresas que ya trabajan en políticas para evitar el consumo de alcohol y drogas, o por lo menos ir abordándolo. Algunas de ellas participan en las jornadas exponiendo sus experiencias.
¿Hay una solución única, o el trabajo en este sentido debe ser específico para cada empresa?
No hay una solución única. Cada empresa tiene una actividad, una problemática, una singularidad, y debe adaptar ese plan de prevención de manera específica. Es un traje a medida, digamos.
Esta es una materia que entra en el ámbito de la intimidad de las personas. ¿Dónde se encuentra el equilibrio?
Lo primero es que la propia persona reconozca que tiene un problema y después hay que ayudarle. Si primero no hay ese reconocimiento todo se vuelve más complicado.
En cuanto a la monografía, ¿qué información van a encontrar quienes la consulten?
Aborda un análisis de la situación actual con los datos disponibles en el consumo de drogas y alcohol en el ámbito laboral. Señala los factores que influyen en ese consumo y hace un análisis sobre cómo abordar esa política e incluir el documento en el plan de prevención. Marca pautas que conllevan una serie de recursos para cumplir con este plan y después se hace un seguimiento. Es necesario un análisis de la situación de cada empresa, qué factores pueden influir, cómo elaborar el documento, quiénes tienen que participar en él y cómo hacer un seguimiento para verificar los resultados. Este es un plan que se elabora a medio y largo plazo, no se puede hacer hoy y tener resultados mañana. Hablamos de temas muy sensibles y de hábitos que no son fáciles de quitar de un día para otro.
