La Navidad está a la vuelta de la esquina y Las Palmas de Gran Canaria ya se prepara para la celebración de las fiestas. Además de los tradicionales turrones y polvorones que ya copan las estanterías de los supermercados, las luces y elementos de decoración llaman la atención en los distintos escaparates. No obstante, si hay algo que caracteriza el tiempo de espera hasta tan señalada fecha es el portal de Belén y el primero de todos los que se exhibirán en la ciudad ya se puede visitar en el Corte Inglés de Mesa y López. Una obra costumbrista elaborada y montada por la Asociación de Belenistas Canarios Lo Divino que podrá visitarse hasta el próximo 6 de enero en la sexta planta -junto a la cafetería y el restaurante- del citado enclave comercial.

Nacimiento entre riscos y palmeras es el título de esta creación que se extiende a lo largo de 44 metros cuadrados de superficie entre los que se pueden observar infinidad de elementos que evocan a la canariedad. "Lo que nosotros queremos es que cuando la gente vea el belén sienta que es algo nuestro. De hecho, mucha gente nos dice que les recuerda a su infancia y son de diferentes sitios de la Isla", asegura Margarita Rodríguez, vicepresidenta de la entidad. Para ello, varios de sus miembros se han afanado en el último mes en la realización de personajes y atrezo que están ambientados a finales del siglo XIX y principios del XX. Y es que "la mitad de las piezas son completamente nuevas y las que no han sufrido alguna modificación" para adaptarlas al belén que, por primera vez, se va a exponer fuera de la sede que estos artesanos tienen en la calle Toledo del barrio de Vegueta.

En total son unas 60 figuras las que componen esta creación minuciosa que no solo recrea paisajes isleños, también numerosos oficios, muchos de los cuales ya han desaparecido. Es el ejemplo de los salineros a los que se les puede ver afanados en las salinas que se han colocado junto a un mar cristalino que evoca al Atlántico; o de los hojalateros que dan forma a diminutos artículos. También hay alfareras amasando barro entre multitud de pequeños cuencos, ganaderos en pleno ordeño de vacas o tomateros labrando la tierra. Asimismo, este nacimiento recupera tradiciones como la descamisada de la piña y recuerda a todos aquellos canarios emigrantes que un día tuvieron que abandonar su tierra para buscar una mejor vida en Latinoamérica. Un tributo que se encarna en dos 'estatuillas' que, maleta en mano, "otean el horizonte". Una estampa que, según explica Rodríguez, está inspirada en los viajeros del Valbanera de cuyo naufragio se ha cumplido este año un centenario.

Este no es el único homenaje que esconde el belén de Lo Divino. "Aunque casi todas las casas están hechas a partir de dibujos a plumilla que hemos reproducido, una de ellas sí es exactamente igual que la que tiene un compañero en la zona de Fontanales, que era de su padre que falleció hace un año", comenta la vicepresidenta de la asociación que encabeza desde hace unos meses Pedro Salvador.

Otra de las curiosidades de esta edición la protagoniza la propia escena del nacimiento donde se puede ver cómo San José sostiene entre sus brazos al Niño Jesús mientras la Virgen María les observa apoyada en el hombro de su marido. Una imagen cargada de ternura y poco usual que imita la que tenía la familia de Pepa Valero cuando nació su propia hija y que quedó plasmada en una fotografía que ha servido de modelo. Como novedad, esta vez también se ha incluido otro de los pasajes bíblicos, el de la Anunciación. "Aunque normalmente, si está el nacimiento, no se suelen poner otras escenas", arguye Rodríguez.

Sea como sea, el nacimiento no deja indiferente a quien tiene la oportunidad de pararse ante él y recrearse en la infinidad de detalles que van desde la vestimenta típica, hasta la flora en la que se pueden observar dragos, tuneras, plataneras, flores o palmeras con un nivel de realismo que hasta cuentan con sus frutos y alguna que otra hoja seca. Un trabajo artesano al que los belenistas han dedicado muchas horas el último mes para llegar a tiempo a la inauguración que tuvo lugar ayer en la sexta planta de El Corte Inglés de Mesa y López. "Aquí hemos pasado las doce horas que está abierto el establecimiento y porque no nos han dejado por las noches", bromea la vicepresidenta, quien también cuenta que todos ellos han trabajado hasta bien entrada la madrugada en sus casas para fabricar a mano esta obra con la que la superficie comercial también recupera su tradición de colocar un belén por Navidad.

El acto contó con la presencia del coro Schola Cantorum de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que se encargó de animar a los presentes con villancicos antes de dar por abierto, oficialmente, el nacimiento que se podrá visitar hasta el próximo 6 de enero de 2020.