El director de una sucursal de Bankia evitó que un hombre estafara a una conocida de 74 años, después de lograr que ella le firmara un poder mientras se encontraba recluida en el hospital. El acusado pretendía sacar 140.000 euros de las cuentas de la víctima y depositarlos en la suya, que, además, tenía en el mismo banco.

Los hechos se remontan al año 2015 cuando, según la Fiscalía, el investigado Jorge M.O., que conocía desde hace muchos años a la afectada comenzó a acompañarla a sus visitas en la sucursal situada en La Naval de la referida entidad bancaria, donde la mujer tenía su cuenta corriente con saldo de 228,81 euros a la fecha de 6 de junio de 2015. La víctima también tenía contratado un producto bancario denominado Imposición a Plazo Fijo (IPF) con saldo de 141.200 euros.

El Ministerio Fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales, destaca que la mujer presentaba un cuadro de enolismo crónico "desde hace algún tiempo con deterioro cognitivo progresivo de varios años de evolución".

Además, el 29 de julio de 2015 quedó ingresada en el Hospital Doctor Negrín donde fue diagnosticada de un "deterioro cognitivo crónico severo, con atrofia córtico-subcortical secundario, a muy probable demencia mixta tóxica y degenerativa vascular".

Igualmente, la víctima no tenía parientes próximos y está divorciada, por lo que no tenía ninguna persona a su lado de confianza que pudiera acompañarla y pudiese percatarse de que existía alguna "anomalía" con la disposición de su patrimonio personal.

El fiscal asegura que Jorge M. O, se "aprovechó de la situación de indefensión"y, a principios de agosto de ese mismo año y a sabiendas de la cantidad que la afectada tenía en su cuenta bancaria, logró convencerla para que le otorgara escritura de "poder especial con amplias facultades de disposición con respecto a todas las cuentas que posea la afectada en cualquier banco, mediante cheques, transferencias o de cualquier otra forma".

Todo esto con el "propósito de apoderarse" del dinero de la afectada y sin que ella pudiese "determinar su esfera personal y patrimonial".

Para lograr su cometido, el acusado contrató los servicios de la notaria y también acusada María I. J, que acudió la mañana del 11 de agosto de 2015 al hospital donde se encontraba ingresada la víctima y, en presencia de otra paciente y del investigado, elaboró, en ejercicio de sus funciones como federataria pública, el poder especial a favor del encausado.

La acusación pública también destaca que la investigada "autorizó el referido documento notarial sin efectuar un mínimo e imprescindible examen o valoración de la capacidad legal de la otorgante.

Tampoco se cuestionó las circunstancias médicas y el lugar de otorgamiento, así como la nula relación entre el procesado y la afectada". Aunque reseña que no consta que la encausada estuviese al tanto de los "propósitos depredatorios" del beneficiado.

El acusado acudió el 11 de agosto de 2015 con el poder a la sucursal de Bankia y "pretendió" obtener el traspaso íntegro de los fondos existentes en el IPF de la víctima a su cuenta en la misma entidad bancaria. Sin embargo, el director de la sucursal de La Naval, llamado S. V. R, se lo impidió y le indicó que era necesario un trámite administrativo interno. A su vez, el ejecutivo informó a los Servicios Sociales de la capital, sobre lo que sucedía y posteriormente se abrió el expediente de incapacidad de la afectada.

La Fiscalía pide para Jorge M. O. 11 meses y 20 días de cárcel y multa de 1.200 euros por el delito de estafa en grado de tentativa. Mientras que para María I. J solicita una multa de 5.400 euros por un delito de falsedad en documento público por imprudencia y la suspensión como notario público por nueve meses.