La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzga a cuatro hombres acusados de abusar sexualmente de tres menores en una casa terrera en la que pernoctaban en la calle Agustina de Aragón, en Schamann. La Fiscalía pide penas que van desde los cuatro años hasta 33 años de prisión.

El escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal reseña que los acusados utilizaban el inmueble para fines "lúdicos", consumir alcohol y estupefacientes, así como invitar a las adolescentes y jóvenes con las que coincidían en el ascensor el parque de Las Rehoyas que estaba ubicado cerca de la casa en ruinas.

En diciembre de 2016, dos de los acusados J. D. S. y K. C. G. contactaron a las tres menores, una de ellas contaba en el momento de los hechos con 13 años y las otras dos tenían 14. Cabe destacar que los investigados tenían conocimiento de las edades de las adolescentes.

Las víctimas, Irene, de 13 años, y Estrella y Lucía, de 14 años, (nombres ficticios para salvaguardar la identidad de las afectadas) comenzaron a frecuentar la vivienda que utilizaban los procesados, Irene se encontraba, en teoría, bajo la guarda y custodia de un centro de menores. La pequeña pernoctó en la casa terrera en varias ocasiones, ya que huía del centro para alojarse en la vivienda en ruinas ocupada por J. D. S. y K. C. G.

Mientras que Estrella acudía al lugar en sus momentos de "ocio" y Lucía lo hacía al salir del colegio de Primaria en el que estudiaba.

El investigado K.C. G. en diciembre de 2016 y enero de 2017, "con ánimo libidinoso" penetró a Irene por vía vaginal en un número de ocasiones que no se puede determinar y sin la utilización de preservativos, además, la adolescente también le practicó felaciones.

De igual forma, el acusado, con el "idéntico propósito lascivo", mantuvo relaciones con penetración con Lucía entre tres o cuatro ocasiones.

Asimismo, "con renovado ánimo libidinoso" K. C. G. en connivencia con el también acusado J. D. S. mantuvo dos encuentros sexuales con Irene y Lucía en los que ambos encausados ataron a las menores, les taparon la boca con cinta adhesiva y uno de ellos golpeó a Lucía con un látigo "en una suerte de juego sadomasoquista".

J. D. S. con el fin de "obtener satisfacción de sus lúbricos instintos", en enero de 2017, le propuso a Estrella mantener relaciones sexuales, lo cual logró y la penetró en tres ocasiones, a la vez que obtuvo felaciones por parte de ella, todo hasta que la niña le indicó que no quería tener más encuentros de esta índole.

El procesado N. G. L. mantuvo relaciones sexuales con Lucía, penetrándola vaginalmente. Mientras que S. M. L. en más de tres ocasiones sometía a Irene a tocamientos en su zona genital por encima de la ropa.

Los procesados K. C. G. J. D. S., y N. G. L. se encuentran privados de libertad desde febrero de 2017.

El Ministerio Fiscal solicita una condena para K. C. G. de 22 años de cárcel por dos delitos continuados de abusos sexuales con penetración vaginal y bucal, 16 años de libertad vigilada, así como a indemnizar a Lucía y a Irene con 20.000 euros por daños morales. Para J. D. S. requiere una pena de 33 años de prisión por tres delitos continuados de abusos sexuales con penetración vaginal y bucal, 24 años de libertad vigilada e indemnizar a Estrella, Lucía e Irene con 20.000 euros.

En cuanto al acusado N. G. L. pide una condena de nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual con penetración vaginal, anal y bucal, ocho años de libertad vigilada e indemnizar a Lucía en la cantidad de 5.000 euros. Para S. M. L. interesa una pena de cuatro años y seis meses de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, ocho años de libertad vigilada e indemnizar a Irene por daños morales causados con un monto de 2.000 euros.

Esta no es la primera vez en la que niñas en desamparo, que se encuentran a cargo de un centro de menores, son víctimas de abusos sexuales, el caso más destacado fue el denominado como 18 Lovas, una presunta red de prostitución, de la que supuestamente algunos empresarios del Sur del Archipiélago eran clientes.