¿Dónde está el parque infantil? Esta es la pregunta que se hacen muchos vecinos de la calle República Dominicana y alrededores cuando han visto que la torre de 13 plantas de la calle Fernando Guanarteme, que está practicamente terminada, no ha traído consigo la esperada ampliación de la plaza. Al contrario, el espacio del parque, que ya era pequeño, no sólo se ha reducido sino que se ha partido por la mitad y la nueva zona de juegos, que aún no se ha repuesto, ha quedado a distinto nivel y separada por una valla. Para acceder a los juegos infantiles, que la promotora tendrá que reponer, habrá que entrar por las calles Churruca y Palafox. La zona infantil estará situada un metro más abajo del resto del parque y por si la diferencia de cota no fuera suficiente, se ha puesto una valla.

La pequeña cancha de baloncesto, situada en la esquina con Palafox, no será repuesta. El resultado final es un parque más pequeño, sin cancha de baloncesto y dividido en dos niveles con una valla que se encarga de separar claramente los dos espacios. La reducción y división del espacio de la plaza ha causado gran indignación a los vecinos que aseguran que se sienten engañados por el Ayuntamiento, que les aseguró que el espacio sería ampliado.

La torre de trece plantas se pudo construir en el barrio de Guanarteme, donde la ordenanza sólo permite ocho plantas, tras el convenio firmado en 2011, en el mandato de Jerónimo Saavedra, por el que el dueño del solar se comprometió a ceder, a cambio de levantar más pisos, un total de 1.081,27 metros cuadrados de suelo para espacio libre.

Convenio

Los promotores del edificio, cuya fachada da a la calle Guanarteme y que ocupa toda la manzana que linda con las calles Churruca, Palafox y el parque de la calle República Dominicana, han repartido el espacio libre a lo largo de las aceras de Churruca, Palafox y Fernando Guanarteme.

En concreto, el convenio dice que la empresa Nueva Viñol Canarias, dueña del solar en ese momento, se compromete a "ceder gratuitamente al Ayuntamiento capitalino, libre de cargas y gravámenes, 1.081,27 metros cuadrados, perfectamente urbanizados y ajardinados por la promotora en los siguientes términos: 833,55 metros cuadrados, como dominio público, para viales, aceras, zonas verdes y espacios libres y/o dotaciones locales y 247,72 metros cuadrados en cesión de superficie, que estaría en la cubierta del sótano, en la zona no ocupada por las rampas exteriores de acceso a garaje".

También se establece lo siguiente: "Redactar, junto con el proyecto de urbanización correspondiente a las nuevas alineaciones de las calles, un proyecto y ejecutarlo, todo ello a su costa, en relación con el espacio libre (parque) y el resto de la manzana según un nuevo diseño a aprobar por el Ayuntamiento, mediante la implantación de elementos verdes y zonas arboladas, con zonas de juego, ocio, etc". Añade que el subsuelo del parque "se ubicará la estación transformadora" de energía eléctrica.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, aseguró que el espacio de juegos infantiles, que desapareció hace más de dos años por las obras, será repuesto delante del edificio nuevo. Justificó la desaparición de la pequeña cancha de baloncesto porque "los vecinos habían presentado multitud de quejas".

En cuanto a las críticas de los vecinos, indicó que la construcción del edificio es consecuencia del convenio urbanístico firmado cuando era concejal de Urbanismo Néstor Hernández.

"Este convenio, que a mí no me gusta nada, viene de una época anterior. Nos vemos obligados a cumplirlo, porque lo contrario sería causar inseguridad jurídica a la ciudad. Asumimos que es un convenio manifiestamente mejorable, pero tenemos que cumplirlo porque no nos queda más remedio", aseguró el edil.

El solar donde se ha construido el edificio de 13 plantas formó parte de las unidades de actuación creadas en Guanarteme bajo el mandato de José Manuel Soria. Era la número seis. Cuando el juez anuló las unidades de actuación argumentando que esa fórmula urbanística no se podía aplicar en suelo urbano, el PSOE las reconvirtió, para sortear la sentencia del Supremo, en actuaciones de dotación, consistentes en darles más altura de la permitida en la zona a cambio de más espacio libre para la ciudad. Varias comunidades de vecinos intentaron llevar la construcción del edificio de Guanarteme a los tribunales, antes de que le dieran la licencia, pero al final desistieron por falta de dinero.