Está claro que el puerto de La Luz desde su creación ha sido un territorio para la apertura de empresas, dando empleo a legiones de trabajadores que viven de la actividad marítima, estimándose que en la actualidad unas diez mil personas acuden a diario a su recinto, para desempeñar diversas labores desde el despacho de buques hasta las reparaciones navales pasando por un sinfín de actividades donde la logística ocupa un primer plano con unos transportes modernos y eficientes que nos coloca en plano de igualdad con el continente europeo.
Lo curioso es que todo este conglomerado portuario de empresarios se ha ido forjando a la sombra de la actividad que le brinda esta bahía de con más de un siglo de existencia y lo que ayer eran simples trabajadores que empezaban a olfatear el ambiente portuario, más tarde con experiencia y arrojo se han ido convirtiendo en grandes empresarios al detectar nichos de negocio en función de las necesidades que demandan en determinados tiempos el tráfico marítimo.
Así hay datos curiosos ya que de transportar en barcos de vela, sal y sandías procedentes de Lanzarote para su consumo en el resto de las Islas a mediados del siglo pasado, se ha pasado hoy en dia a ser el primer armador del país como ha ocurrido con el Grupo Armas Trasmediterránea capitaneado por el empresario don Antonio Armas Fernández que recogió con gran aplicación el testigo de su padre el armador don Antonio Armas Curbelo. También recientemente la empresa Nautical nacida aquí hace 50 años de la mano del marino mercante Luis Arbulu relacionada con la electrónica, hoy está presente en cinco países tras pasar su fundador por la gerencia de la casa consignataria Interocean Frucasa con sede en La Luz. Y así múltiples ejemplos que proclaman que nuestro puerto, con los 136 años de existencia, ha sido y continúa como forjador de cientos de empresas que han tenido su mejor laboratorio a la sombra de las montañas de La Isleta.
Juan F. Fonte. Periodista y cronista oficial del Puerto de La Luz
