Una niña que sufrió presuntamente abusos sexuales continuados por parte de su tío entre julio y diciembre de 2016, momento en el que esta tenía ocho años de edad, corre un "alto riesgo" de desarrollar secuelas a largo plazo, pues presenta signos de un "principio de depresión", según apuntó ayer la psicóloga forense que la examinó dentro del proceso judicial contra S. A. L. M. ante la Sección II de la Audiencia Provincial de Las Palmas. El Ministerio Fiscal y la defensa han redactado un escrito de acusación en conformidad, pues el acusado ha reconocido los hechos, de tal manera que este se enfrenta a una pena de seis años de prisión, otros ocho de libertad vigilada, orden de alejamiento de la menor y el pago de una indemnización de 30.000 euros por los daños morales provocados.

La psicóloga señaló en el transcurso de la vista de este martes que la confianza en sí misma de la niña está "dañada", pues durante el examen pericial esta se mostró "terriblemente confusa" y con mecanismos de "evasión". La pequeña intentó "controlar el llanto" en varias ocasiones, indicó la experta, algo que finalmente ocurrió, por lo que esta decidió suspender la sesión, "algo que en pocas ocasiones he tenido que hacer", manifestó. Por todo esto, la perito indicó que el Servicio Canario de Salud debería hacer un seguimiento de la menor.

Todo ocurrió en el domicilio de la abuela de la niña, situada en la en el barrio de la Vega de San José de la capital grancanaria. Su tío, quien también residía en dicha vivienda, abusó supuestamente en varias ocasiones de ella. Según relató la fiscal, este realizaba "tocamientos a la menor en sus órganos genitales" y también la "incitaba" para que esta le manoseara el pene. La pequeña tenía unas veces la braga puestas, en otras el hombre se la ponía de lado y también llegó a estar desnuda. El investigado también llegó a tocarle los pechos. Estos hechos fueron reconocidos ayer por el acusado, aunque de manera confusa; pues hay preguntas de la fiscal a las que respondió de manera negativa pero, tras la lectura de la magistrada Pilar Parejo del escrito, este ratificó el contenido con un sí.

Según el testimonio de la madre de la pequeña en el transcurso del juicio, fue esta quien le confesó que, si la volvía a llevar a dormir a casa de la abuela, "no quería que su tío volviera a ponérsele encima para follar porque la asfixiaba". Ante tal confesión, los padres de la niña fueron a casa del acusado para hablar con él y ver qué había ocurrido, momento en el que el hombre confesó que tocó a su propia sobrina con fines sexuales en varias ocasiones."Me dijo que la estaba educando sexualmente", apuntó el padre de la menor en su intervención. "Incluso me contó un caso en el que mi hija le había masturbado", indicó la progenitora cuando testificó.

Acto seguido, los padres efectuaron la denuncia, según relataron ambos. Una de las agentes de la Policía Nacional que interrogó a la pequeña señaló ante la Audiencia que, tras hablar de todo un poco, esta confesó que tenía "un secreto" con su tío. "Dijo que le enseñaba algo que no se podía hacer con nadie más", apuntó la testigo. El propio investigado reconoció este martes tales afirmaciones. No obstante, todos los testimonios apuntaron a que el investigado aseguró que todo se trataba de "un juego" para mostrar a la niña "cómo se hacía el amor".

Médico forense

La médico forense que examinó al investigado apuntó ayer que este le había reconocido los hechos ocurridos en 2016, aunque al mismo tiempo señaló que le dio una explicación "bizarra" -en tanto en cuento rara o extraña- y que sus sospechas apuntan a que pueda tener "una intelecto bajo, rozando la discapacidad leve". Pero esto no quiere decir que no fuera consciente de sus actos, añadió la experta perito.

El abogado de la defensa, por su parte, apuntó que el acusado ingresó esta semana 3.000 euros a modo de indemnización a la familia. "Estoy dispuesto a pagar lo que haga falta", señaló el hombre durante su intervención. "Me arrepiento del daño que pude haber causado", añadió en sus últimas palabras antes de que Parejo diera el juicio visto para sentencia.