La madre del niño supuestamente abusado por su tío cuando el menor tenía siete años, afirmó este miércoles durante la última sesión del juicio que su hijo decía la verdad. "Yo le creo, aunque me sorprendió cuando me lo contó", apuntó la progenitora de la víctima.

La mujer explicó ante la jueza Pilar Parejo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que sus dos hijos se criaron con el acusado I. G. B., por lo que se asombró cuando el menor le comentó lo sucedido. "Él rompió a llorar un día mientras estábamos comiendo y me dijo que su tío había abusado de él", declaró. "Me contó que mi excuñado lo puso de espaldas, le echó crema en sus partes y le metió el dedo", reveló la testigo.

La madre del pequeño relató que su hijo se quedó a solas en varias ocasiones con el acusado y que decidió no denunciar, sino que avisó al centro de acogida para niños en riesgo o desamparo que tenía la guarda y custodia de la víctima ya que hasta 2014 el menor estuvo viviendo con su abuela, el acusado, una tía, dos primas y su hermano y fue en ese año cuando a la madre del afectado le fue retirada la tutela respecto a sus dos hijos.

Asimismo, explicó a la jueza que era el acusado el encargado de los cuidados de la víctima. "Mi excuñado y su esposa eran los que cuidaban a mis hijos ya que yo trabajaba en el Sur", destacó la testigo. De igual forma, sostuvo que su hijo "cuando era pequeño tendía a exagerar un poco los hechos".

Por ello, la fiscal del caso mantuvo su petición de diez años de condena y seis de libertad vigilada por un delito de abuso sexual a menores de 13 años ya que considera que el relato de la víctima es real. "Sus declaraciones no son fingidas, la psicóloga que vio al menor sostuvo que él se siente mal y que el TDH -trastorno de hiperactividad- que padece no le impide decir la verdad", explicó la representante del Ministerio Fiscal.

A su vez la perito recalcó que el afectado mostraba tristeza durante la entrevista y que muestra rasgos de haber sufrido "vivencias estresantes" que no necesariamente tendrían que estar relacionadas con los hechos que se están juzgando.

El procesado, según el escrito de acusaciones del Ministerio Público, en el año 2013, cuando vivía en el mismo domicilio que su sobrino "con la intención de satisfacer sus más reprobables instintos sexuales y consciente de la edad de la víctima" aprovechó cuando se quedó a solas con el afectado y el hermano de este en la vivienda, para realizarle tocamientos en el órgano sexual del niño y también le metió el dedo en el ano.

Por su parte, el letrado de la defensa, requirió la libre absolución de su defendido ya que aseguró que existen contradicciones en los testimonios de la víctima y de su hermano. El abogado también aseguró que varios testigos en sus declaraciones reflejaron que "era un niño con una conducta violenta y un poco mentirosillo". A la vez, que aseveró que no existe prueba alguna de la culpabilidad del encausado en cuanto a estos hechos. De esta manera, el juicio ha quedado visto para sentencia.