El desvío provisional de la autovía GC-1 a la altura del Tívoli, en Las Palmas de Gran Canaria, abrió al tráfico este domingo tras dos semanas y media de obras de urgencia a consecuencia de un derrumbe en la vía, con lo que el acceso a la capital recupera sus tres carriles. El Cabildo de Gran Canaria anunció en torno al mediodía la finalización de los trabajos para acondicionar la carretera en las proximidades de la potabilizadora a través de sus perfiles en redes sociales. La vía admite de nuevo todo tipo de vehículos.

Un accidente con tres vehículos implicados en la Avenida Marítima, a la altura de Lady Harimaguada en el carril izquierdo sentido norte, provocó retenciones coincidiendo con la apertura del desvío provisional en la GC-1. Poco antes de las dos de la tarde de este domingo la Policía Local capitalina informó que se reabría al tráfico el carril izquierdo afectado por el accidente, del que resultó una persona herida que fue trasladada en ambulancia a un centro sanitario.

La adaptación del firme, que concluyó con antelación al calendario previsto en un principio, es consecuencia del derrumbe ocurrido el 11 de diciembre en un muro de contención en la pared inferior de la vía. El desplome ocasionó un socavón bajo la calzada y obligó a cortar varios de los carriles en uno de los principales accesos a la capital grancanaria.

Los trabajos concluidos este domingo permiten recuperar tres carriles, aunque la solución definitiva aún tardará. A partir de ahora será necesario desmontar la estructura de la montaña, hacer un nuevo cajón de hormigón y empezar a construir un nuevo muro, según explicó el pasado viernes el consejero de Obras Públicas, Infraestructuras, Transporte y Movilidad del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Pérez. De acuerdo con las previsiones que maneja la corporación insular, la nueva ladera podrá estar disponible "en un plazo de seis o siete meses", por lo que la autovía podrá regresar a su trazado original "en verano", en palabras del también vicepresidente del Cabildo.