El nuevo edificio del Museo Canario está un paso más cerca de estar culminado. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha contemplado en su presupuesto de 2020 una partida de 650.000 euros que se destinarán a la puesta a punto de las instalaciones que albergarán modernas salas de exposiciones, un gran salón de actos y un almacén. Esta cuantía supone un impulso para la obra que arrancó hace casi una década, si bien para poder finiquitarla definitivamente la entidad necesitará otro pellizco de capital que esperan obtener de la venta de uno de sus inmuebles en Telde, según informó ayer el presidente de la Sociedad Científica Museo Canario, Diego López Díaz.
Esta intervención forma parte del proyecto de ampliación y rehabilitación del enclave cultural que pretende adaptarse a las necesidades de los públicos del siglo XXI, sin perder la esencia de sus orígenes y contenidos. En esta línea, la página web del museo recoge que se convocó a finales de 2002 un concurso de ideas de ámbito nacional con el patrocinio del Ayuntamiento capitalino y la colaboración del Colegio de Arquitectos de Gran Canaria. En total, 59 estudios de arquitectura presentaron sus propuestas, siendo la de Enrique Sobejano García y Fuensanta Nieto de la Cierva la que resultó ganadora.
La iniciativa está divida en tres etapas. La primera de ellas comenzó hace poco más de una década con la construcción del citado inmueble. No obstante, esta se vio paralizada hace ocho años por el incumplimiento del compromiso por parte del Consistorio capitalino de contribuir con tres millones de euros para esta finalidad. Algo que sí hicieron tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo insular.
El asunto se retomó a nivel municipal en octubre de 2017 cuando se aprobó en el pleno colaborar en la financiación de la obra en función de la disponibilidad presupuestaria, durante un periodo de cinco años que empezarían a correr a partir de 2018. No obstante, no fue hasta el año pasado cuando la Administración local retomaba su acuerdo con el Museo Canario, a quien destinó 150.000 euros de los presupuestos para retomar los trabajos.
"El alcalde, Augusto Hidalgo, se comprometió con nosotros a aportar un total de 2,5 millones de euros en un periodo de cuatro a seis años. La primera anualidad llegó en 2019 y en este presupuesto de 2020 se han incluido otros 650.000 euros, así que estamos muy contentos con esta corporación porque hasta ahora el Ayutamiento no nos habían ayudado", señaló López. Y es que esta última inyección económica permitirá continuar con la puesta a punto del inmueble que ya se erige en la esquina de la calle Luis Millares con López Botas, si bien se requiere una cantidad algo superior para finiquitar la obra que la entidad espera aportar con la venta del antiguo Hogar Santa Catalina de Telde al Cabildo insular.
Aunque está a la altura de las casas colindantes, la edificación tiene seis plantas, gracias a que "se han excavado 11 metros bajo tierra", explicó el presidente de la entidad. Esto permite tener dos sótanos, de los que el más profundo de ellos está destinado al almacenaje. La partida presupuestaria se invertirá, de hecho, en el equipamiento de este espacio, así como en su impermeabilización. El otro, por su parte, albergará justo encima la parte de la instalación técnica como la climatización, además de cinco o seis plazas de garaje para vehículos de servicio.
"Después hay dos plantas en las que va un salón de actos dispuesto en grada, que contará con cabina para intérpretes; mientras que los otros dos pisos acogerán salas diáfanas de exposiciones de 300 metros cuadrados en las que los visitantes van a poder observar un gran contraste porque, aunque estas van a ser muy modernas, se van a conservar algunas de nuestras salas antiguas para que la gente pueda valorar cómo eran los museos de antes", apostilló Diego López.
Una vez las instalaciones estén culminadas, se pasará a la recuperación de la parte de la vivienda del doctor Chil que se demolió en 1945 y que ahora coincide con la entrada del museo. La idea es diseñar un gran patio central de 300 metros cuadrados con acceso a todas las salas y con varios ascensores. Esto último muy importante por dos motivos: el primero es que actualmente el enclave no cumple con la normativa de accesibilidad; y el segundo, porque la parte del museo se va a reubicar en la planta superior, mientras que en la baja que ocupa ahora quedará reservada para exposiciones temporales de carácter gratuito. "Debajo habrá también dos sótanos, uno será un almacén y el otro un taller para actividades didácticas para niños y para actividades de arqueología", comentó el presidente para quien este proyecto contribuye a la revitalización de Vegueta.
