La hija de la acusada de amenazar a su expareja en 2010 con difundir fotos sexuales de él con su posterior esposa para que aumentara su pensión ha afirmado este martes ante la Audiencia de Las Palmas que fue ella y no su madre quien envió los correos electrónicos a su padre para "llamar su atención".

En la segunda sesión del juicio, la testigo ha explicado al Jurado que cuando envió esas fotos tenía 16 años y ha alegado que no puede permitir que su madre, que se expone a una condena de siete años de prisión, pague por algo que hizo ella, aunque hasta ahora no lo había reconocido porque "nunca" se lo habían preguntado.

"No puedo soportar que cargue con una condena por algo que no hizo", ha señalado la joven, que sostiene que cuando declaró ante el juez instructor en 2017 por este procedimiento no se le preguntó sobre esa cuestión y que su madre ha asumido los cargos que se le imputan porque la ha estado protegiendo.

Según su versión, que la Fiscalía cuestiona, ella creó una cuenta de correo electrónico mediante la que envió a su padre dos fotos de contenido sexual y conversaciones comprometedoras y utilizó el correo personal de su madre para reclamarle que cumpliera con la pensión que debía pasar a su progenitora y que pactaron en la sentencia de separación.