La Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA, por sus siglas en inglés) anunció ayer su intención de reforzar los controles de acceso a sus buques debido al brote de coronavirus que ya ha acabado con la vida de más de 600 personas en todo el mundo. La organización, que reúne al 90% del sector en todo el mundo, aseguró que prohibirá el acceso a sus buques a todas aquellas personas que en los 14 días previos al embarque hayan pasado por la zona de origen de la infección o que en este mismo periodo de tiempo hayan mantenido algún contacto con un contagiado. La medida, sin embargo, choca con las instrucciones comunicadas a lo largo de los últimos días por las autoridades sanitarias, tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como del Gobierno de España, que hasta ahora han desaconsejado el establecimiento de restricciones a los viajes y al comercio.

La prohibición anunciada ayer por CLIA afecta a todas aquellas personas que hayan viajado a China o que hayan transitado por alguno de sus aeropuertos hasta 14 días antes de montarse en un crucero. Esta medida se extiende también a Hong Kong y Macao, territorios autónomos del país asiático. Según las directrices de la organización empresarial, tampoco podrán embarcar quienes hayan tenido contacto o ayudado en el proceso de curación a pacientes que hayan sido diagnosticados como portadores del virus, así como a quienes estén siendo monitorizados por presentar casos de posible exposición al agente patógeno.

Para llevar a cabo estos controles antes del acceso a los barcos, la organización ha puesto a disposición de las navieras un formulario estándar en su sitio web. En él, los viajeros han de responder a la pregunta sobre los viajes a China y la centrada en sus contactos con personas contagiadas. También deben indicar si en el momento de comenzar el crucero presentan un cuadro febril por encima de los 38 grados centígrados o tienen escalofríos, tos o dificultades para respirar, aunque en este último caso se especifica que los pasajeros podrán viajar "a menos que se sospeche que tienen una enfermedad que suponga una cuestión de salud pública internacional" y serán atendidos de forma gratuita por un médico a bordo.

En su comunicado, la patronal de los cruceros aseguraba ayer que el refuerzo de las medidas de control tiene lugar "de acuerdo con las directrices de las autoridades sanitarias internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud". Sin embargo, la Subdirección General de Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad destaca en una comunicación a la que ha tenido acceso este periódico que la OMS "ha insistido en no recomendar la aplicación de medidas que puedan suponer una limitación en los viajes y el comercio internacional".

En el escrito, que ya ha sido distribuido entre las autoridades portuarias y las empresas del sector que operan en España, la Administración se muestra "absolutamente contraria" a implementar en estos momentos las inspecciones propuestas por CLIA "al no estar de ninguna manera justificadas". De hecho, considera que su aplicación supondría de facto "una limitación al acceso de los viajeros a los medios de transporte internacional" y advierte que su personal "no dará apoyo alguno" a los controles.

La información que las autoridades españolas han remitido a las navieras y a sus agentes en los puertos de escala subraya que los servicios de Sanidad Exterior están "preparados para responder ante cualquier evento de salud pública que pudiera producirse en los puertos españoles". De hecho, la Administración insiste en que se ha establecido un procedimiento específico de actuación ante el brote de infecciones respiratorias relacionado con el coronavirus.

En el caso del Puerto de La Luz, principal recinto crucerístico del sistema estatal durante los meses de invierno por encima incluso del de Barcelona, hay cuatro cruceros programados para este fin de semana, de los que tres realizarán operativas de puerto base -es decir, todos sus pasajeros embarcan y desembarcan a la vez- o de interporting -solo algunos de sus pasajeros embarcan y desembarcan aquí-. Fuentes del sector consultadas por este periódico aseguraron ayer que desde las navieras que operan en el Archipiélago no se ha solicitado por el momento la realización de ningún tipo de control especial a los pasajeros que embarcan en los puertos canarios, ni tan siquiera material para imprimir o cumplimentar los formularios propuestos por CLIA.