El Hotel Santa Catalina renace 130 años después de su primera inauguración. A tres meses de su reapertura, el pasado noviembre, el establecimiento hotelero más antiguo de Gran Canaria y emblema de la capital ha celebrado el aniversario de su inauguración un 6 de febrero de1890. Para festejarlo abrió ayer sus puertas a unos 300 invitados que acudieron al evento entre ellos el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres; el presidente de la Sociedad Hotel Santa Catalina y concejal de Turismo, Pedro Quevedo; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; y el copresidente de Barceló Hotel Group, Simón Pedro Barceló.

Previo paso por el obligado Photocall, los invitados se reunían en el patio de entrada, donde la presentadora de informativos de Televisión Canaria, Pilar Rumeu, hizo de cicerone para la ocasión. La voz de Rumeu, que parecía proceder del mismo edificio, dio la bienvenida a los asistentes y anunció el recorrido experiencial que estaban a punto de vivir, que empezaría con un vídeo mapping, de 6.000 lúmenes de proyección. La mano invisible del creador artístico y fundador de Clapso Producciones, Israel Reyes, dio forma a los distintos espectáculos y recreaciones audiovisuales que dibujaron un ambiente de ensueño e historia por todo el lugar.

Una vez los asistentes agrupados ante el emblemático edificio, un baile de luces invadió la fachada del Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel. Las olas del mar dibujadas en las paredes del edificio arrullaron el ambiente y dieron paso a cinco minutos de vídeo 'viviente' en los que el público viajó con la vista y la imaginación a finales del siglo XIX, cuando el arquitecto James Marjoribanks MacLaren ideó el hotel para lujo y disfrute de la colonia británica asentada por aquel entonces en Ciudad Jardín.

También hubo espacio para el recuerdo del arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre, quien reconstruyó el hotel en 1946, combinando el estilo colonial de MacLaren con las maneras neocanaristas.

Como la cosa iba de sorpresas, al acabar la proyección aparecieron en escena doce personajes que, en dos carruajes y ajenos al paso del tiempo, vestían con atuendos de hace más de un siglo y, por supuesto, hablaban en inglés. La Sastrería Cornejo, referente mundial en la creación de vestuario de época para cine, televisión y teatro, fue la artífice de este salto a un pasado hecho de telas y lanas de primera calidad.

Cada detalle de la gala conmemorativa guardaba en su interior la esencia de los principios. Así, el botones del hotel, engalanado con su rojo uniforme, resultó ser el director de teatro Víctor Formoso, quien invitó a los asistentes a desplazarse a la siguiente habitación. Siguiendo sus indicaciones, los invitados llegaron al Patio Doramas, por el que asoma el parque de mismo nombre, y se encontraron un espectáculo teatral que representaba la típica hora del té, obligada para los residentes ingleses de la época. Siempre con músicos de fondo, venidos directamente de la época victoriana para amenizar la inauguración del hotel más emblemático de la ciudad.

Siguiendo el recorrido hacia el salón Miguel Martín Fernández de la Torre, dos bailarines daban vida con sus cuerpos y sus trajes color carne a las ocho piezas de Poema de la Tierra, obra de Néstor de la Torre que quedó inconclusa tras la muerte del artista. El pianista Sergio Alonso y el artista José Pulido con el chelo interpretaban un adagio que acompañó a los bailarines en su danza homenaje.

El patio de las Tortugas acogió a los invitados en una Allegoría de violines que interpretaba la banda sonora de las películas Casablanca, Muerte en Venecia, Una habitación con vistas y El Gran Hotel Budapest. Un elenco de actrices y actores interpretaron, desde la pintura de sus caras, hasta los encajes de sus vestidos, a los personajes de las cuatro películas mencionadas, ambientadas todas ellas en hoteles tan míticos como el Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel.

Para acceder a la sala de los cocktails y aperitivos, los asistentes antes debían atravesar la sala de exposiciones. En ella se encontraba la muestra 'Hotel Santa Catalina: Historia de Las Palmas de Gran Canaria', un conjunto de documentos históricos cedidos por el Centro de Documentación de El Museo Canario, que permanecerán en el hotel hasta el 2 de marzo. Tras casi una hora de viaje visual por las diferentes estancias, llegó la hora de viajar con el paladar. El salón Palmeras ofreció una suculenta muestra gastronómica, fruto de la fusión del restaurante Poemas by hermanos Padrón y el chef del hotel, Iker González. Para digerir la cena y el cúmulo de sensaciones de la noche, el mixólogo de Alis Rooftop Bar, Marco Martínez, preparaba los cócteles que mejor combinaban con la propuesta gastronómica.

El presidente de la Sociedad del Hotel Santa Catalina y concejal de Turismo, Pedro Quevedo, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el copresidente de Barceló Hotel Group, Simón Pedro Barceló, en sus intervenciones felicitaron al grupo hotelero por haber mantenido la "esencia" del edificio y cumplir con los plazos previstos para la reforma.

Como cierre, el grupo Gran Canaria Big Band, el artista del timple Hirahi Afonso y la cantante Sonia Santana pusieron la nota musical bajo un estallido de fuegos artificiales. Así el Hotel Santa Catalina renace en su 130 cumpleaños.