El embrujo de Casablanca llenó anoche las principales estancias del Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. El emblemático edificio capitalino acogió el Baile del Príncipe, una cita que ha consolidado su espacio en la tradición carnavalera palmense y que en esta ocasión se inspiró en las leyendas que rodean a esta ciudad marroquí, foco cultural y de aventuras legendarias.

Los fondos recaudados durante la velada, que contó con la presencia del cónsul de Marruecos en Canarias, tendrán como destino la fundación Foresta, encargada de la recuperación de masas vegetales como las que se perdieron en los incendios del pasado verano.