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El centro náutico de San Cristóbal logra el respaldo de las administraciones

Las federaciones de vela y el Club Náutico reúnen por primera vez a Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias para impulsar el proyecto, que requiere 50 millones

Una reunión a tres bandas celebrada el martes ha servido para impulsar a la creación del centro de tecnificación de deportes náuticos del barrio de San Cristóbal, un viejo anhelo de distintas federaciones deportivas y clubs marítimos de la Isla que comienza ahora un camino entre las administraciones que han de comandar el proyecto para que pueda ser una realidad. El encuentro, en el que participaron representantes de colectivos como el comodoro del Club Náutico, Fernando Juárez, el presidente de la Federación Insular de Vela, Alejandro Barrera, y el de la Federación Canaria de Vela, Joaquín Blanco, congregó por primera vez al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, al Cabildo de Gran Canaria y al Gobierno de Canarias -las tres administraciones a través de sus responsables de Deportes, el concejal, Aridany Romero; el consejero insular, Francisco Castellano; y el director general autonómico, Manuel López- para acordar un protocolo que permita poner en pie un proyecto que requerirá de una inversión en el entorno de los 50 millones de euros.

La abultada cantidad será necesaria para afrontar tanto el trabajo en tierra que se llevará a cabo en una parcela al sur del barrio marinero de San Cristóbal (que en la actualidad es usada como aparcamiento improvisado) como la obra marítima que incluye la propuesta, según detalló ayer el concejal Romero. En cualquier caso, se trata de una previsión aproximada y no de presupuesto definitivo, ya que hasta ahora solo hay un anteproyecto elaborado por la arquitecta encargada por la Federación Insular de Vela, Lara Martínez, abierto a modificaciones durante el proceso de estudio y negociación que arranca ahora y que deberá involucrar necesariamente a otros departamentos de las administraciones públicas con competencia sobre los terrenos en los que se pretende intervenir, como Puertos Canarios, la Autoridad Portuaria de Las Palmas o incluso Puertos del Estado. Los participantes en la reunión del martes ya estudian la fórmula para comprometer a estas instancias en futuras reuniones para las que ya buscan fechas.

Una parte considerable de la inversión irá destinada a los trabajos marítimos necesarios para adaptar el muelle de San Cristóbal, infraestructura marítima señera que en la actualidad es incapaz de responder a las necesidades de los pescadores artesanales de la zona a pesar de las reivindicaciones que han manifestado en este sentido durante años. De ahí que el centro náutico contemple la creación de un nuevo dique o pantalán que permita dar abrigo a los barcos y de un sistema que facilite la varada de las embarcaciones, de acuerdo con Barrera, que junto a Romero describe el proyecto como urbano y no solo deportivo, y que asegura que todo se hará a través del consenso con los vecinos de la zona y las gentes de la mar.

El centro náutico busca mejorar la cultura de mar de Las Palmas de Gran Canaria creando un lugar unificado y cercano al campo de regatas en el que se podrá concentrar una variedad de deportes marítimos que va del windsurf a la vela, ya que en la actualidad muchos de sus practicantes invierten casi una hora en salir y entrar de las aguas del Puerto de La Luz desde el Club Náutico, las Alcaravaneras o el Muelle Deportivo. Barrera recuerda, en este sentido, las siete medallas de oro olímpicas en competiciones de vela obtenidas por deportistas palmenses y la ausencia de unas instalaciones deportivas que las respalden. Para ello, la propuesta incluye aulas para colegios que fomenten la cultura de mar.

El equipamiento aspira también, según sus impulsores, a mejorar el posicionamiento de la ciudad como capital de los deportes náuticos. Para ello, el centro contará con plazas de alojamiento -el anteproyecto habla de unas 60- que podrán ser utilizadas por equipos internacionales que ya visitan la ciudad en invierno, pero que ahora no cuentan con un centro unificado donde poder concentrarse y entrenar.

El complejo, añaden sus impulsores, pretende constituirse como un conjunto arquitectónico que no resulte invasivo en un espacio que además es de entrada a la ciudad por el Sur, y buscará fórmulas para cooperar con otros espacios análogos que hay en la zona, como la cercana Ciudad Deportiva Martín Freire.

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