Las obras del futuro aparcamiento del Jardín Canario continúan paralizados después de siete meses. La aparición de una canalización subterránea de la Heredad de Aguas de Las Palmas obligó el pasado 31 de julio a interrumpir los trabajos. Desde la consejería de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria afirman que este ya se encuentra redactado, por lo que están a la espera de poder adjudicar el nuevo contrato. Mientras, el aspecto del entorno, una parcela anexa al parque, sigue siendo el mismo, sin operarios ni mucho menos maquinaria o material de obra.

La obra, adjudicada hace un año a Lopesan por 573.346,40euros, tenía una duración prevista inicialmente de seis meses. Teniendo en cuenta que los trabajos se iniciaron a finales de abril del año pasado, estos tendrían que haber finalizado en octubre. De esta manera, el proyecto lleva más de cuatro meses de retrasos, y los que quedan por sumar, pues la necesidad de volver a reformular los pliegos técnicos de la obra, ha provocado que tenga que volver a salir a concurso público, según apuntan fuentes de la consejería que dirige Miguel Ángel Pérez.

Este nuevo proyecto, del cual este diario no ha podido conocer detalles, incrementa las partidas presupuestarias inicialmente previstas por el Cabildo. No obstante, según explicaron fuentes oficiales el pasado verano, será necesario modificar el trazado de las actuales canalizaciones de aguas, pues estas afectarían al firme del nuevo aparcamiento del Jardín Canario.

En el transcurso de las obras, los técnicos observaron indicios de la existencia de canales subterráneos bajo el terraplén, algo que se desconocía en un primer momento. El Cabildo decidió entonces realizar trabajos de georradar para conocer bien qué había bajo tierra y evitar así problemas de seguridad una vez inaugurado el proyecto.

Por el momento, ya se ha realizado buena parte del proyecto original. En una primera fase, Obras Públicas modificó el trazado que tenía entonces la carretera GC-310, la cual conecta Tafira con Almatriche. Esta iba paralela al muro que delimita el Jardín Botánico Viera y Clavijo, de tal manera que fue desviada unos 60 metros hacia el barranco, de tal manera que entre medias quedara un terraplén donde estaría situado el nuevo aparcamiento.

El espacio resultante ya está urbanizado en buena medida, con nuevas palmeras y parterres. Por otro lado, los técnicos decidieron abrir un nuevo acceso al parque en esta zona. En este caso, la puerta sigue sin estar terminada y parte de la valla protectora está tumbada. La construcción de este portón causó polémica entre los colectivos ecologistas en su momento, pues fueron arrancados varios ejemplares de drago. Precisamente, esta semana han circulado varios vídeos en redes sociales denunciando esto, un hecho que ocurrió en 2018.

El Cabildo anunció el proyecto del aparcamiento en noviembre de 2017. La idea era obtener una zona con capacidad para un centenar de vehículos, el cual permitiría mejorar las condiciones de la vía. Actualmente, los visitantes del Jardín Canario se ven abocados a dejar sus coches en los arcenes de la carretera, por lo que para acceder al parque se ven obligados a caminar por la calzada, con el consiguiente peligro que ello supone.

La idea inicial era que la obra pudiera estar culminada en un año, unos trabajos que se habían ido demorando en el tiempo a pesar de las demandas de los de vecinos de la zona y de los propios directivos del botánico.