Juan Ramón Santana Palau está jubilado, pero a día de hoy continúa colaborando con la que él considera su familia. Es por eso que ayer recibió la Medalla de Oro al Mérito por su trayectoria durante casi tres décadas en el cuerpo, pero también por su predisposición con el mismo a ayudar siempre que sea necesario.

Y es que la vocación del galardonado viene desde la infancia, tal y como él mismo relata. "Todo empezó cuando yo tenía siete años y se produjo un incendio en una fábrica de redes que había donde está ahora el auditorio, ahí conocí a dos bomberos que ya han fallecido y me empezó a gustar su labor". Unos cuantos años después, concretamente a los 35, ingresaría en el SEIS donde "lo más gratificante es trabajar en equipo", según asegura. "Esto es una familia y todos los servicios los sacamos adelante en grupo", asevera quien se mostró ayer agradecido con todos aquellos con los que ha compartido sus 26 años en activo en esta profesión.