"Cualquier distinción que reciba el servicio la recibimos todos", aseveró ayer César Afonso Suárez tras recibir la Medalla de Oro al Mérito del cuerpo de bomberos. Un reconocimiento a la labor que desempeñó en el SEIS durante 35 años, de los que los diez últimos se encargó de la gestión de la logística.

Recién jubilado, este sargento cuenta que la suya es una historia "peculiar" ya que se metió en la profesión por casualidad. "Yo había estudiado magisterio y me iba a presentar a las oposiciones, entonces un compañero que también está jubilado y que vive cerca de mí me dijo que por qué no me presentaba a las pruebas. Yo nunca me lo había planteado a pesar de haber tenido cuando era estudiante un accidente junto a cuatro compañeros, dos de los cuales fallecieron en el coche quemado".

Sea como fuere, Afonso realizó las pruebas y desde ese día asegura que se enganchó. Y es que según confiesa el poder ayudar a los demás es algo que atrapa. "Ese es el factor común que tenemos la mayoría de los que estamos aquí. El hecho de que te digan que tú eres el que vas a ir en el camión y vas a poder ayudar es una bendición".

De su trayectoria recuerda algunos sucesos difíciles, si bien lo que más le llena es ver cómo ninguno de sus compañeros se quiere ir nunca de donde se les necesita. "Hay que obligarles para que descansen y sean más efectivos".