Más de treinta obras públicas que estaban en marcha en la capital grancanaria han quedado paralizadas por la ampliación de las medidas de confinamiento establecidas para acabar con la pandemia, unos trabajos que el Ayuntamiento confía en que se reanuden en cuanto se levante la suspensión temporal que pesa sobre la construcción desde el pasado lunes. Muchas de las obras paradas están relacionadas con la instalación de la Metroguagua, incluido el tramo de Blas Cabrera Felipe a punto de concluir y los de Mesa y López , Galicia y Venegas, El resto son parques, viviendas equipamientos y carriles bici, entre otras. El parque del Estadio Insular a punto de terminar, se ha quedado parado también, así como la rehabilitación de las viviendas de Tres Palmas y el parque de Tamaraceite-Sur.

Varios tramos de la Metroguagua, algunos de los cuales acumulan un retraso de más de un año, han vuelto a quedar paralizados ahora, lo que aumentan la demora de un proyecto que no se pondrá en marcha antes de 2023. Y eso en el mejor de los casos.

La imposibilidad de cumplir los plazos previstos se debe, además de los problemas habidos con dos contratas, al retraso del Gobierno de España en dar el visto bueno al ensanche de la Avenida Marítima, que sigue todavía pendiente.

No sólo se han quedado en la estacada obras ya iniciadas. Otras actuaciones demandadas por los vecinos desde hace años y que estaban ya adjudicadas y a punto de arrancar se han quedado también congeladas, como la rehabilitación de 800 viviendas en la Vega de San José, que prevé una inversión de cinco millones de euros. También se ha congelado la tramitación para sacar a concurso o adjudicar una media docena de obras, entre ellas varios edificios de viviendas que forman parte de la reconstrucción de las casas baratas de Tamaraceite y de Las Rehoyas y dos tramos de la Metroguagua en el entorno de Mesa y López. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, reclama al Gobierno de España que vuelva a poner en marcha la plataforma estatal de contratos para seguir con el proceso de licitaciones y adjudicaciones y conseguir tenerlas en la rampa de salida para iniciarlas en cuanto acabe la situación de alarma. A su juicio, todo este papeleo, al igual que la concesión de licencias de construcción, se puede ir tramitando perfectamente por vía telemática.

"Ahora más que nunca es necesario impulsar la inversión pública" para tratar de paliar el descalabro social y económico que está provocando la crisis sanitaria del coronavirus, considera Doreste, que garantiza que la intención del gobierno municipal es "mantener la inversión en la ciudad".

Los presupuestos de este año prevén una inversión de algo más de 70 millones, una cantidad que según Doreste se pretende mantener a toda costa pese al gran esfuerzo económico que está haciendo el Ayuntamiento en las políticas sociales, con un gasto extra que supera los dos millones mensuales para atender las emergencias de las familias que han sido golpeadas por la crisis.

"Poniéndonos en lo peor, el dinero de la Metroguagua y plan de cooperación del Cabildo están garantizados. El Cabildo tiene superávit suficiente para tirar de ahí si tiene que desviar fondos por las necesidades que ha provocado la crisis sanitaria", cree el concejal, quien destaca que "la única forma de salir de una crisis de esta magnitud es a través de la inversión en obra pública".

Urbanismo espera también que los gobiernos de España y de Canarias mantengan su compromiso para construir en la capital grancanaria entre 400 y 500 casas sociales a lo largo de un periodo de cuatro años.

Las obras de mejora en los barrios y la vivienda pública son las actuaciones a las que Urbanismo dará prioridad a lo largo de este año. Las primeras que se iniciarán serán la rehabilitación de 800 casas en San José y un edificio de 59 casas, con el que se concluirá la reposición de las casas baratas de Tamaraceite y que estaba en proceso de adjudicación. Parados están otros dos edificios de la reposición ya iniciados, uno de 23 viviendas y otro de 59, este último hace varios meses por la marcha de la constructora que lo estaba haciendo meses antes de la crisis.

Las Rehoyas

También se pretende comenzar este año, añade Doreste, la reposición del barrio de Las Rehoyas, con la construcción de un edificio de 148 viviendas en el extremo norte del parque y otro de 152 en la calle Doctor Chiscano. "Si no estuviera parada la plataforma de contratación del estado, esos edificios ya los habríamos licitado. Son obras prioritarias", resalta Doreste quien enfatiza que "la inversión en vivienda es prioritaria para este gobierno" municipal.

La tramitación del proyecto de Barrios Pendientes para los Riscos también se ha ralentizado. "En cuanto lo aprobemos, vamos a convocar las reuniones con los vecinos para que elijan la obra más importante de cada barrio y empezar por ellas", informa.

Otras obras de accesibilidad de Las Palmas de Gran Canaria, cuya tramitación ha quedado en suspenso, son los ascensores que conectarán el mirador de Altavista con la calle Emilio Ley y la calle Blas Cabrera Felipe con el complejo hospitalario Insular-Materno Infantil.