El ministerio de Defensa reparará la red de abasto de agua potable de la Base General Alemán Ramírez, situada en La Isleta, tras detectar una serie de fugas y pérdidas en las tuberías de las instalaciones militares. El proyecto ha salido a contratación pública con un presupuesto de licitación de 208.963 euros. El recinto es uno de los posibles focos de origen de los episodios de contaminación fecal que han obligado al Ayuntamiento capitalino a tener cerrada al baño la playa de El Confital desde la primavera de 2017.
El pliego de condiciones técnicas del proyecto especifica que la red de abastecimiento de la Zona de Vida de la base militar de La Isleta por ser esta la más dañada del recinto, donde se han detectado el mayor número de fugas y donde más servicios se concentran. Según el documento, estos daños se han traducido en "grandes pérdidas de agua".
Defensa especifica que existen numerosas fugas, las cuales se han originado por "diferentes cuestiones" y, además, señala que "algunas han sido detectadas y otras no debido a las características del terreno". Se trata de una red muy utilizada, pues es la zona de mayor consumo dentro de la base militar. Las actuaciones, que tendrán una duración prevista de seis meses, permitirán renovar una red de abasto formada por tuberías de polietileno, un tipo de plástico.
Según el pliego de condiciones técnicas tanto la red de agua fría como la de contraincendios pasarán a tener tuberías de fundición. Para la red de agua caliente sanitaria el proyecto contempla cañerías de polipropileno. Ambos materiales destacan por una mayor resistencia a las roturas y quiebres frente al de los conductos actuales. La Delegación del Gobierno en Canarias no ha podido confirmar o desmentir si estas obras están relacionadas con los episodios de contaminación fecal en El Confital.
Desde la concejalía de Ciudad de Mar del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que dirige José Eduardo Ramírez, señalan que estas obras "no tienen por qué estar relacionadas con las fugas que han contaminado El Confital". Según las mismas fuentes, Defensa comunicó al Consistorio hace dos años que estaban reparando una serie de fallos en su red de abastecimiento para así poder subsanar los vertidos de aguas fecales.
Al mismo tiempo, la concejalía de Servicios Públicos y la empresa mixta de aguas Emalsa realizaron una serie de actuaciones tanto en el ámbito de la playa como en el cercano barrio de Las Coloradas. El último pico de contaminación en la playa por Enterococos se produjo el 21 de enero del presente año, según datos del Náyade (Sistema Nacional de Información de Aguas de Baño). Aquel día se detectaron 480 Unidades Formadoras de Colonias (UFC) de esta bacteria intestinal por cada 100 mililitros de agua, una concentración que supera de largo el máximo permitido, establecido en 185 UFC.
En los últimos tres años se han producido periódicamente hasta 10 picos de contaminación. Los técnicos del Ayuntamiento detectaron el año pasado conexiones subterráneas entre la playa y el mar por donde habrían caminado las aguas fecales; pero, no obstante, Ciudad de Mar sigue sin conocer el origen.
