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CRISIS DEL CORONAVIRUS Las zonas comerciales

La compra enmascarada

Los comercios de Triana y Mesa y López venden un 30% más de lo previsto en las primeras semanas de la desescalada

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Coronavirus en Canarias | Comercios en el último sábado en fase 1

A las diez de la mañana ya había centenares de personas deambulando por Triana y las calles adyacentes, incluso apostadas a las puertas de las tiendas para ser las primeras en entrar. Una imagen que recuerda a los tiempos de antes del coronavirus, salvo porque la gente va con mascarillas, procura no tropezarse ni con su sombra y mira con timidez al interior de los comercios, como pidiendo permiso para acceder aunque los vea completamente vacíos.

Óscar Bethencourt, encargado de la tienda de Bershka, ya auguraba a esa primera hora que iba a ser un día animado para las compras, "mejor de lo que se esperaba" cuando la empresa optó por desafiar a la pandemia. De los cinco establecimientos que tiene esa marca en Gran Canaria, el de Triana es el único que abrió en la fase 1, el pasado lunes 25 de mayo, y no hay motivos para arrepentirse.

Al igual que en Bershka, los encargados de la mayoría de las tiendas de ropa, tanto las franquicias de moda juvenil como las históricas del buen vestir , eluden las preguntas sobre el balance de las ventas, pero también recuerdan que los vaticinios antes de abrir eran peores.

"En la primera semana se vendió un 30% más de lo esperado". Esa es la cifra que ofrece Josefa Peinado, gerente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mesa y López, después de las consultas con los propietarios de las tiendas que ya están abiertas, más del 90% del total. "Suscribimos que aquí también estamos en un 30% por encima de lo previsto", declaró Carlos Bethencourt, presidente de la Asociación de Comerciantes Zona Triana.

"El comienzo -explicó Josefa Peinado- ha sido bastante bueno, incluso ha superado las expectativas de los empresarios y seguro que va a continuar así, sobre todo porque la próxima semana, con el avance a la fase 2, abrirán los establecimientos con un tamaño superior a los 400 metros, lo que es un atractivo mayor para nuestra zona comercial".

Tras dos meses de encierro, algunos propietarios han vuelto a las tiendas "con la misma ilusión de cuando la abrieron por primera vez, como si se iniciara una nueva etapa en sus vidas laborales", comentó la gerente de la zona de Mesa y López. "Se han hecho pequeñas reformas y se han adaptado las tiendas para que la gente compre con total seguridad; ahora habrá que esperar a ver cómo evoluciona el consumo, pero el comienzo ha sido bastante bueno", insistió.

Ya hay un dato, resaltó Pintado, para medir la respuesta de los compradores grancanarios. La tienda de Body Shop fue récord de ventas de toda España y Portugal durante la primera semana de reapertura. "Tenemos que adaptarnos a la nueva forma de comprar, la gente está más concienciada y ya casi toda la población sale con mascarillas a la calle", subrayó.

Sobre el comportamiento de los clientes hay diferentes opiniones. Todavía hay compradores que no respetan normas como el buen uso de las mascarillas o las separaciones de dos metros para evitar los contagios de coronavirus, por lo que hay que llamarles la atención a cada momento.

Seguridad

"Diría que un 80% de la gente que ha entrado esta semana aún no es capaz de guardar las distancias de seguridad, por lo que hay que estar muy pendientes", comentó Marina Padrón, directora de la tienda de Mango de Triana, una de las más concurridas ayer. En esta primera semana, a su juicio, han acudido tanto personas que tenían necesidad de comprar una prenda de ropa tras los dos meses de encierro como otras que siguen la moda, aunque no sea algo esencial.

Josefa Pintado tiene su propia teoría: "La primera semana de la desescalada fue para la peluquería y los tratamientos de belleza, pues todos quieren verse guapos; después fueron a las tiendas para los niños, pues crecen y necesitan ropa; pero poco a poco la gente se va relajando y está mirando más sí misma, y aunque no sea una pieza necesaria, cree que se lo merece después de estar dos meses encerrada".

Cierto. Los ciudadanos no renuncian a hacer sus compras en las tiendas de moda aunque tengan que hacer cola para entrar y, una vez dentro, seguir unos protocolos que hace tres meses parecerían de ciencia ficción. Algunos dependientes llevan equipos de protección individual (mascarillas, guantes, batas, pantallas de vinilo), por lo que la sensación es la de estar en la consulta del dentista. Los pisos de las tiendas están llenos de flechas y señales, y siempre habrá alguien con un bote de hidroalcohol para garantizar la desinfección de las manos y controlar el aforo. Ayer era raro ver a alguien por Triana sin mascarilla, aunque caminara solo, señal de que la población respeta las normas del BOE.

Las colas a las puertas de las tiendas se repitieron mañana y tarde, mientras que en la pastelería Guirlache los atascos para llegar al mostrador son perennes. Cortefiel abrió el viernes, pero solo la planta de señoras, y aunque anuncia promociones del 30% y 50% en sus escaparates, ayer la gente se quedaba en la puerta sin saber si podía entrar o no. Tiendas como Décimas han puesto ofertas para sacar la mercancía, y a las ofertas se han unido las tiendas del grupo Inditex, la mayoría cerradas la semana pasada.

En el trajín de las colas y los pagos, incluso se han visto clientes haciendo devoluciones de cosas que han compraron on line, pues tiendas como las de Inditex ampliaron un mes más los plazos para hacerlo. "Yo he devuelto cosas que compré a principios de marzo y que no pude devolver antes por el estado de alarma", comentó una chica tras unos minutos de espera en la cola.

Alicia Pérez, encargada de la tienda de ropa Lefties, es de las que opinan que los compradores se comportan bien y siguen a rajatabla las nuevas normas. Por si acaso, siempre hay alguien en la puerta para que no se supere el aforo de 40 personas que tienen permitido. "Estamos supercontentos porque no esperábamos tanta gente esta primera semana", declaró.

Carlos Bethencourt lo confirma desde la Asociación de la Zona Triana. "Estamos muy satisfechos porque desde las semanas del confinamiento total hemos estado trabajado para la reapertura y las cosas van cada vez a mejor", señaló el presidente de esta patronal. Según su cálculos, el 85% de los comercios de Triana ya están funcionando, aunque pueda dar la sensación de que son menos porque algunos abren a partir de las 11.00 horas o tienen horarios reducidos por problemas de personal.

Bethencourt admitió que hubo "un par de días difíciles", sobre todo para ordenar las colas en las puertas de las tiendas y para que se guardara la distancia de seguridad en las terrazas. En Triana, las compras y ese momento de ocio con un café o una cerveza se complementan. "Por eso insistimos en que la gente nos eche una mano para que todo el mundo se sienta cómodo". La "batalla" ahora está en las terrazas, con la petición al Ayuntamiento para que amplíe la superficie y se puedan colocar más mesas.

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