"Esta pandemia ha sido un reto científico y sanitario sin precedentes y también representa ahora un reto económico de dimensiones difíciles de calcular y predecir", destacó ayer Lluís Serra Majem, quien advirtió que la fortaleza de la economía depende ahora de "nuestra salud y de la fortaleza de nuestro sistema sanitario. Una salud pública que cobra fuerza como pilar de nuestra sociedad y de nuestro futuro. Debemos invertir en salud pública para que ello a su vez redunde en un pleno desarrollo de nuestra economía. Debemos invertir en todos aquellos colectivos que nos han permitido sobrevivir a la pandemia". El catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública y portavoz del comité científico que asesora al Gobierno canario contra la pandemia expresó con estas palabras la necesidad de reforzar el sistema sanitario al tiempo que resaltó la gran importancia que ha jugado el comportamiento colectivo a la hora de salvar vidas. "Por primera vez, en épocas recientes, hemos demostrado que sólo el pueblo salva al pueblo". La Medalla de Oro, sostuvo, es un agradecimiento, en primer lugar, a "los servicios sanitarios, que han estado en primera línea de batalla", pero también a las trabajadoras y trabajadores de los sectores de la alimentación, el transporte público y portuario, los servicios municipales de Limpieza y de Parques y Jardines, Servicios Sociales, medios de comunicación, policía y bomberos, junto con los Cuerpos de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas, o las ONG y todas las organizaciones sociales, de voluntariado, del orbe educativo y del cultural".
Rindió tributo a Benito Pérez Galdós, citando un párrafo de sus crónicas de la tercera gran oleada del cólera en Madrid en 1865, en las que describe con "sumo esmero y detalle los comportamientos de pánico de la sociedad madrileña..... y la proliferación de falsos remedios y mentiras, similares a las noticias falsas o bulos que han proliferado con nuestro coronavirus por internet", una narración que "refleja perfectamente la pandemia que hemos vivido".
Explicó que en la capital grancanaria, unas 6.000 personas fueron afectadas por Covid-19, "algunas de ellas trajeron el virus del exterior y lo esparcieron entre familiares, amigos y compañeros de trabajo, primero en los barrios de la ciudad baja, para poco a poco irse dispersando por todo el municipio. El total de pacientes diagnosticados mediante la PCR fue de apenas 288 (más de un 95% del total de contagiados pasó la enfermedad sin diagnóstico microbiológico) y las defunciones fueron 24, lo cual nos dice que 4 personas de cada mil que contrajeron la enfermedad fallecieron como consecuencia de la misma. Nuestro recuerdo para todos ellos. Si comparamos las cifras de nuestra ciudad con la del resto de capitales de provincia, ocupamos una de las incidencias y cifras de mortalidad más bajas de España y de Europa". Curiosamente, lo mismo sucedió" en anteriores epidemias y con la gripe estacional. "Seguimos escapando", destacó.
