La acusada Sophia Valinhas G.B.M. ordenó que mataran a Davide Fervorini porque este adivinó el plan que había urdido para robarle los 8.500 euros que había obtenido del traspaso de su local de cannabis de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, según declaró el imputado Adonay S.G. a la Policía.

Así lo ha puesto de manifiesto este martes al Jurado de la Audiencia de Las Palmas un subinspector de Policía del Grupo de Homicidios que participó en la investigación de la muerte violenta de Davide Fervorini, ocurrida el 11 de septiembre de 2018, el mismo día que había cobrado el dinero del traspaso de su local.

Este testigo ha relatado al tribunal que Adonay S.G., en su declaración policial, señaló que Sophia Valinhas G.B.M. dijo que había que acabar con la vida de Fervorini, al igual que otra inspectora del grupo de homicidios que también ha prestado testimonio en la segunda sesión del juicio contra los seis acusados que figuran en esta causa por delitos de asesinato, robo con violencia en casa habitada y tráfico de droga.

Estos dos policías han explicado cómo se llevó a cabo la investigación de la muerte violenta del ciudadano italiano hasta la detención de los seis procesados, tres meses después de que se hallara su cuerpo -el 16 de septiembre- en un alpendre abandonado en Barranco Seco y en estado de descomposición desde la zona de la cabeza hasta el abdomen.

Así mismo, han relatado cómo reunieron las pruebas inculpatorias que les llevaron a la detención de los seis acusados a partir de la localización de sus vehículos, la intervención de sus móviles y los datos de geolocalización, así como de las declaraciones de los testigos que figuran en la causa.

La segunda sesión del juicio comenzó con la declaración de un policía que participó en la inspección ocular llevada a cabo en el alpendre donde se halló el cadáver.

Estaba en un pequeño habitáculo cubierto con una tabla y una hoja de ventana y junto a una piedra de grandes dimensiones que podría pesar unos 30 kilos y que tenía restos de sangre, según ha detallado.

Este policía también ha explicado que al día siguiente, el 17 de septiembre, estuvo en la inspección de la vivienda del fallecido, de donde, según la acusación, los procesados se llevaron un televisor, una barra de sonido, un reloj y plantas de marihuana, al no encontrar el dinero del traspaso del local, que fue hallado en una caja de colonia dentro de un casco de moto por los agentes policiales en el registro que practicaron.

Este agente de la Policía Científica ha explicado que la casa de Davide Fervorini estaba desordenada, que en planta alta había un cultivo de marihuana y que en la baja, donde estaban las habitaciones, había desorden también.

La inspectora del Grupo de Homicidios ha señalado que primero detuvieron a Sophia Valinhas G.B.M., que era amiga del fallecido; a Adonay S.G. y a Rubén P.S., y después, a partir de la declaración de la acusada, se arrestó a los otros tres imputados: Alejandro A.S., Wilson Enrique Q.B. y Layonel P. S., si bien este último solo por un delito contra la salud pública.

Esta inspectora ha indicado que presenció la declaración de Adonay S.G. y Alejando A.S, y que los dos contaron cómo llevaron a cabo la emboscada a Davide Fervorini en el alpendre, donde le había convocado Sophia Valinhas G.B.M. para una cita íntima, y que esta vio cómo se abalanzaban sobre él de forma sorpresiva y lo golpeaban.

Conforme a sus declaraciones, todos llevaban pasamontañas y guantes y ropa de repuesto, ya que la que emplearon en el crimen la quemaron en otro barranco, así como otras cosas que habían utilizado, ha indicado esta agente.

Así mismo, ha explicado que la cartera del fallecido fue localizada por un vecino de Barranco Seco y que una parte del bate de béisbol con el que también fue golpeado, así como bridas y un guante se encontraron en la zona a raíz del hallazgo de la cartera.

La inspectora ha indicado que Alejando declaró que Adonay S.G. fue quien golpeó con una piedra a Davide Fervorini en la cabeza hasta en dos ocasiones, y que la muerte de este se barajó ya en una reunión previa al crimen que mantuvieron los cinco acusados de su asesinato en casa de Adonay, en Valleseco.

El subinspector ha comentado que Adonay fue quien arrojó el bate de béisbol por una ladera del barranco donde fue hallado y que Wilson se deshizo del teléfono móvil del fallecido, que no ha sido localizado.