Un incendio, que según los primeros indicios apuntan a que pudo ser provocado, calcinó en la madrugada de ayer ocho camiones de la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (Emalsa) aparcados en las instalaciones de Barranco Seco y amenazó con hacer explosionar un depósito de combustible en el que se almacenaban 10.000 litros de gasoil. Los bomberos tuvieron que esforzarse durante más de tres horas para poder extinguir las llamas, que generaron pérdidas económicas "millonarias". La Policía Nacional ha iniciado una investigación para dar con el inicio del fuego y, si se confirma que fue intencionado, identificar al autor o autores.

La alarma de lo ocurrido se dio a las 02.31 horas cuando el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 recibió el aviso de que en las instalaciones de la citada compañía se había iniciado un incendio que afectaba al parque móvil estacionado en la depuradora. El propio personal intentó en primera instancia controlar las llamas mediante el uso de varios extintores. Sin embargo, la rápida propagación hizo que no pudieran hacer nada por atajarlo.

Al lugar se desplazaron en primera instancia los bomberos del parque de Vegueta, quienes ante la envergadura del fuego solicitaron la colaboración de sus compañeros de la base central situada en Miller Bajo. Al suceso también acudió como mando el sargento que se encontraba de guardia, según informó ayer el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. En total, trabajaron 12 miembros del cuerpo. El 112 movilizó, asimismo, una ambulancia sanitarizada del Servicio de Urgencias Canario (SUC) como preventivo dado la alta potencia del incendio, y agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional.

Los bomberos centraron parte de su intervención en proteger un depósito con unos 10.000 litros de gasoil. En este sentido, fuentes de los equipos de emergencia apuntaron que existía la posibilidad de que el tanque con combustible pudiera explosionar por la acumulación de gases, algo que consiguieron evitar gracias a la rápida actuación de los cuerpos.

Los bomberos, que dieron por extinguido el fuego a las seis de la mañana, emplearon unos 45.000 litros de agua y 300 de espumógeno, con los que lograron evitar que el fuego continuara extendiéndose por las instalaciones de Emalsa. No obstante, las llamas calcinaron ocho camiones -siete de ellos inservible y uno más quedó con la cabina destrozada- tipo cuba dedicados a la extracción de aguas residuales del alcantarillado, generando a su vez pérdidas "millonarias", apuntaron fuentes de la empresa municipal de aguas. Otras fuentes apuntaron que cada uno de estos vehículos tiene un precio estimado de 250.000 euros.

Emalsa tuvo que recurrir ayer a empresas externas para cubrir el servicio de averías en el saneamiento de aguas del municipio al quedar gran parte de la flota de camiones de la compañía afectada. Esta medida se alargará por un tiempo indeterminado.

La Policía Científica de la Policía Nacional visitó en la mañana de ayer las instalaciones de Barranco Seco para tratar de hallar indicios del origen del incendio y determinar si, como indicaron fuentes consultadas, fue intencionado.