La isla de Gran Canaria celebró ayer el 421 aniversario de la gesta del Batán -3 de julio de 1599- en la que El Tercio de Las Palmas repelió el ataque del corsario Van der Does pese a que el invasor holandés tenía una tropa muchísimo más poderosa, tanto que contaba con 8.000 hombres mientras que la Isla solo tenía 1.000 soldados, mucha voluntad y una gran estrategia.

Esta hazaña logró que los holandeses no se apoderaran de la capital, por lo que el presidente del Cabildo, Antonio Morales, recordó en esta celebración a los militares caídos con una ofrenda floral en el monumento de Alonso Alvarado en el castillo de Mata, junto al resto de autoridades.

En la hazaña del 3 de julio de 1599, no solo fue victoriosa la estrategia de El Tercio de Las Palmas para que las tropas holandesas fueran derrotadas, sino que Van der Does se dio cuenta de que persistir en la batalla contra Gran Canaria ponía en peligro la expedición al Caribe, ya que la insistencia suponía la pérdida de recursos materiales y humanos, asegura el cronista de Las Palmas de Gran Canaria, Juan Laforet.

El acto contó con la asistencia del coronel jefe del Regimiento de Infantería Canarias Número 50, Juan Bote; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; el alcalde de Santa Brígida, Miguel Jorge; el jefe superior de Policía, José Moreno, y el almirante comandante de Mando Naval de Canarias, José Lago.

Carácter de identidad

El presidente insular destacó que la ciudad tardó 50 años en recuperarse del saqueo y del incendio provocado por el corsario, pero sirvió para marcar el carácter y la identidad de sus habitantes, destacó que esta victoria demostró la unión de los grancanarios en la defensa de su isla.

La victoria de El Batán es uno de los mayores hitos históricos de Gran Canaria, lo que ha mantenido el reconocimiento a la guarnición de infantería de la isla, conocida en la actualidad como el Regimiento Canarias Número 50 con el sobrenombre de E l del Batán.

Carlos I de España y V de Alemania consolidó el imperio español en 1520 y logró la exclusividad del comercio con América y con ello un privilegio que generó muchos enemigos franceses, holandeses e ingleses, y las Islas Canarias eran, como ahora, un territorio con una ubicación estratégica.

Gran Canaria tenía 5.000 habitantes de los que solamente 1.000 que estaban preparados y participaron en la defensa integrados en cuatro compañías de soldados armados con picas y arcabuces, algo de caballería y artillería de corto alcance, a lo que se sumaban catorce compañías de milicias de Las Palmas, Telde, Agüimes, La Vega, Teror, Arucas, Gáldar y Guía. Y a pesar de su desventaja, lograron expulsar al pirata.