Un gran pabellón con una torre para oficinas de hasta ocho plantas de altura permitirá a la Feria del Atlántico ampliar la superficie destinada a exposiciones y congresos, celebrar conciertos, instalar una zona de restauración y contar con espacio para uso administrativo.
La comisión de pleno de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria dio ayer vía libre a la construcción del nuevo equipamiento, que multiplica por cuatro la altura permitida hasta ahora en la zona, y permitirá ampliar en 14.025 metros cuadrados la superficie destinada para congresos y exposiciones, conciertos y otros usos feriales, así como oficinas y restauración.
El equipamiento, que duplica la edificabilidad prevista, se completará con 9.445 metros cuadrados de espacio libre.
En total, la nueva parcela, denominada pabellón once, tendrá una superficie de 23.470 metros cuadrados y está situada en el extremo sur del recinto ferial, justo debajo del centro de Radio Televisión Española, en el borde de la carretera que separa ambas instalaciones.
El pabellón tendrá 150 metros de largo por 80 metros de ancho y dos alturas: la torre, situada en la esquina superior de la parcela se elevará 38 metros, contados desde la cota más baja, y el resto de la edificación, que será diáfana, tendrá una altura de 15 metros.
La torre acogerá los servicios administrativos y las infraestructuras y permitirá liberar el espacio del resto del pabellón para celebrar eventos. Las cubiertas tendrán superficie vegetal y paneles fotovoltáicos. En la azotea situada a 15 metros de altura se instalará un restaurante y una terraza, la única zona en altura que será transitable.
El Cabildo de Gran Canaria planteó el pasado año la necesidad de modificar el planeamiento del recinto ferial para poder instalar un moderno pabellón, con la finalidad de aumentar la actividad ferial y mantener la competitividad.
Según el Cabildo, la ampliación "resulta esencial para mantener la viabilidad" de la Institución Ferial de Canarias (Infecar). La superficie expositiva con la que cuenta el recinto en la actualidad es de 6.700 metros cuadrados, muy inferior a la de otros recintos nacionales, según advierte el Cabildo.
La modificación del planeamiento se ha llevado a cabo a través de una ordenanza provisional municipal, una figura urbanística contemplada en la última Ley del Suelo de Canarias con carácter excepcional, que permite cambios puntuales del planeamiento sin tener que modificar el Plan Especial de la Feria. El Ayuntamiento ha optado por este atajo para ganar tiempo, mientras se reforma el citado plan especial, que tardará más tiempo.
La oposición se abstiene
La oposición se abstieneLa nueva ordenanza fue aprobada con los votos del equipo de gobierno y las dos concejalas no adscritas, Carmen Guerra y Beatriz Correas y la abstención del Partido Popular (PP), Ciudadanos (Cs) y Coalición Canaria-Unidos por Gran Canaria (CC-UxGC). El documento sale ahora a información pública durante 45 días y después será sometido a aprobación definitiva en comisión y, finalmente, irá a pleno, algo que el edil de Urbanismo, Javier Doreste, calcula que tendrá lugar en octubre o noviembre próximo.
Doreste justificó la aprobación por las necesidades de espacio que tiene el Cabildo para desarrollar la actividad ferial y de congresos. En su exposición de motivos, el Cabildo alega también que dispone de un presupuesto para realizar la obra, que se perdería en caso de que no se pudiera llevar a cabo la reforma.
"El Cabildo", señala Doreste, "alega que está perdiendo eventos porque no tiene pabellones con suficiente capacidad. Nos acogemos al principio de colaboración administrativa y entendemos que potenciar la Feria beneficia a la ciudad y además se urbaniza toda esa zona" que ahora son solares.
Por su parte, el viceportavoz del PP, Ángel Sabroso, destacó que la nueva ordenanza provisional, que aumenta de dos a ocho plantas la altura permitida y triplica la ocupación prevista, obliga a la ciudad a realizar una "generosísima y enormemente flexible" interpretación de la norma, por lo que espera que "el Cabildo corresponda con un trato justo y adecuado a la capital de la isla de una vez por todas".
Tras denunciar "los años de maltrato del Cabildo a la ciudad", Sabroso llamó la atención sobre la utilización de normas excepcionales, como la ordenanza municipal provisional para "saltarse los trámites y acortar los plazos, cuando le interesa" al tripartito. Pidió al gobierno municipal que aplique el mismo procedimiento "a las iniciativas privadas, los procedimientos ciudadanos o con el apoyo al sector empresarial, las pymes y a los autónomos".
A juicio de Sabroso, la generosidad del Ayuntamiento con el Cabildo contrasta con el "maltrato" de la institución insular a la ciudad en relación con las inversiones, el Fdcan y el apoyo a Guaguas, entre otros. El concejal justificó la abstención del PP por todo ello y porque echa en falta la "necesaria conexión de Infecar con el barrio del Atlántico y los vecinos, una asignatura pendiente que no se termina de aprobar. Infecar se ha convertido en un cajón de sastre, con recinto ferial, sala de congresos, la sede de RTVE, Correos, etc., pero se sigue de espaldas a los vecinos. El Ayuntamiento está aún a tiempo de exigir al Cabildo un plan de movilidad que mejore la circulación y los accesos a los barrios del Atlántico, Los Tarahales, Cueva Torres, Cinco Continentes o Sansofé".
