Con el fallecimiento el pasado día 13 de Claudio Mederos Pérez, nos parece como si también concluyera aquella larga serie de las competitivas Heredades de Aguas de Las Palmas, Dragonal, Bucio y Briviesca de la cuenca del Guiniguada, tan relacionadas con él al suceder a su padre en la presidencia. Tras un merecido retiro, fue homenajeado en el año 2017, recibiendo por parte de la Heredad de Monte Laureal y Acebuchal de San Lorenzo el nombramiento de Presidente de honor.

Claudio pertenecía a una esclarecida estirpe de la que procedieron destacados isleños que de igual modo se desvivieron por defender los intereses agropecuarios de la Isla. Su abuelo, Daniel Mederos Manzano, fue alcalde del antiguo y desaparecido municipio de San Lorenzo, así como su tío Isidro Mederos Naranjo. Tambien destacó en aquel pago su tío abuelo, Pedro Mederos Manzano, licenciado en Ciencias por la Universidad Central de Madrid, que fue el popular maestro de la escuela de la localidad y que hoy su nombre rotula una de las calles del histórico barrio que sigue anhelado volver a obtener su independencia.

Tras dejar los predios del Dragonal Alto, la familia se establece en la hacienda de "La Concepción" de La Calzada, en donde estuvo la primitiva ermita de aquel lugar que fundó el irlandés, Diego O´Shanahan, y de donde salió, una vez que el templo quedó destruido y sin techumbre, la venerada imagen de la Inmaculada que preside hoy el altar mayor de la parroquia de Tafira Alta, mientras que la cruz de madera que campeaba en el oratorio sigue estando actualmente en aquellos parajes, asi como una de las viejas llaves de la puerta del desvencijado claustro que sigue custudiando la familia.

Realizadas las obras dotando a la hacienda de extensas dependencias agrícolas, no se descuidó ni la floricultura, ni la cría de gallinas, patos, pavos, ocas y cabras. Claudio Mederos colaboraba activamente con su padre en la administración y gestión de aquellas fincas y se convierte en una especie de "alcalde de barrio", ya que no había vecino de los alrededores y miembros de las casas diezmeras de aquel hermoso entorno que no le consultasen y pidieran su opinión sobre tasaciones de tierras, asuntos de aguas, mejoras de los cultivos, crianza de animales, puesto que siempre sus acertados consejos les hacían a los peticionarios acertar en sus decisiones.

Por la línea materna, el difunto era sobrino carnal de aquel famoso "hombre del piano", Braulio Pérez Hernández, el compositor, actor, poliglota y músico privado del rey Faruk de Egipto que llegó a cantar en 25 idiomas y que fue un breve marido de nuestra brillante poetisa, Josefina de la Torre Millares.

Por lo demás, Claudio Mederos se ganaba a todos por su bondad. Era servicial, y ayudó a todo el que pudo. Bromista y socarrón, nunca perdió el buen ánimo ni el humor. Había heredado el rigor y el sentimiento del deber, como lo demostraba en todas las entidades a las que pertenecia. Durante muchos años fue miembro destacado de la Real Cofradía del Santísimo Cristo del Buen Fin, y directivo del histórico club de futbol Artesano.

Nacido el 23 julio 1932, hoy se celebrará a las 19.00 horas la misa funeral en su sufragio en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Tafira Alta, casualmente el mismo día en que hubiera cumplido los 88 años de edad.

De su matrimonio dejó dos hijos, Claudio Antonio y Germán Mederos de la Fé, a quienes junto con el resto de su familia les testimoniamos nuestra más sentida condolencia por la irreparable pérdida.