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Vecinos de San Cristóbal sufren el reboso diario de una alcantarilla durante un año

Una cuadrilla de operarios vacían la arqueta "casi a diario", pero el agua vuelve a surgir a las pocas horas - Emalsa ha redactado un proyecto para dar una solución

Luis Casallas, a las puertas de su casa de San Cristóbal en una foto del pasado noviembre; la alcantarilla con rebosos diarios está justo en su puerta. JOSÉ CARLOS GUERRA

Varios vecinos del barrio marinero de San Cristóbal han sufrido el reboso diario de una alcantarilla desde hace más de un año. Durante este tiempo han presenciado cómo el agua sale a borbotones por una de las tapas de la red de saneamiento en la calle Santiago Tejera Ossavarry de Las Palmas de Gran Canaria. La fuga provoca una importante y continua escorrentía, además de generar malos olores, la proliferación de insectos y problemas en los cuartos de baño de las viviendas inmediatas. Se trata de una situación que se ha ido prolongando en el tiempo y que han notificado en varias ocasiones tanto al Ayuntamiento capitalino como a la Empresa Mixta de Aguas, Emalsa.

Al llegar en coche a la altura de los números 58 y 59 de Santiago Tejera Ossavarry, principal vía rodada del barrio marinero, un cono de obra avisa a los conductores del peligro que supone una de las alcantarillas desde hace prácticamente un año, la cual está parcialmente inundada. Según los vecinos, una cuadrilla de operarios acude "casi a diario" para vaciar la arqueta y evitar daños mayores. Lo cierto es que en cuestión de pocas horas esta se vuelve a llenar y el agua a correr calle abajo. "No dura nada, basta con poner una lavadora y hacer las cosas de la casa", señala Araceli Domínguez Santos.

Se trata de una situación que se ha ido dilatando en el tiempo y que se repite constantemente. "Incluso hay veces que la limpian dos veces en el mismo día, pero ni así, no vale de nada", apunta esta vecina. Y es que después de tantos meses ya están "hartos" de este parche. De hecho, este diario ya denunció esta situación en noviembre del año pasado. "Estamos cansados de reclamar al Ayuntamiento, a Emalsa, hemos llamado hasta al 1-1-2 varias veces, y nada, no hay solución", repite por su parte Daniel Yánez, otro de los afectados.

Chorro a presión

Chorro a presiónHasta las malas hierbas han crecido entre la acera y el asfalto gracias al continuo aporte de la escorrentía que cada día baja por la calle. Yánez asegura que el agua, por momentos, llega a salir en forma de chorro a presión, a borbotones, "a veces salpica toda la pared y hasta las piernas al salir de casa", señala. Pero, sin duda, estas no son las peores consecuencias que les ha traído la citada avería.

"Hay días que ha llegado a salirme el agua sucia por los sumideros del baño", apunta Yánez. Fue ahí cuando decidió llamar a Emergencias, ante la impotencia y el miedo a ver su casa inundada. De hecho, asegura que a otros vecinos les ha rebosado a través del plato de ducha. "No puedo dejar la casa sola, si lo haces estas con la incertidumbre y el miedo por lo que te puedas encontrar después", añade este vecino del barrio marinero. Los malos olores y la proliferación de moscas y mosquitos son otros de los inconvenientes que les genera esta situación que les trae de cabeza.

Fuentes municipales aseguraron a este diario en noviembre del año pasado que Emalsa estaba redactando una solución al respecto. Meses más tarde, desde la compañía afirman que sus técnicos ya han valorado la situación y han preparado un proyecto, el cual ya han trasladado a la concejalía de Servicios Públicos, que dirige Inma Medina, pues el Ayuntamiento quien debe ejecutar la obra. "La previsión, antes de la Covid-19, era que se hiciese este año", afirman desde la empresa de abasto.

Por el momento, este periódico no ha obtenido una nueva respuesta por parte del Ayuntamiento al respecto. Es más, Yánez afirma que está a la espera de una llamada de la concejala del área, en este caso de Inma Medina, "desde mayo". Y es que este vecino de San Cristóbal ha presentado varios escritos ante la Unidad Técnica de Aguas desde el pasado año, en busca de una solución.

Según los vecinos los técnicos municipales arreglaron un tramo del alcantarillado de la calle Santiago Tejera Ossavarry, donde está la arqueta en discordia, a la altura de la esquina con Timonel. "Se están gastando el dinero en traer una cuba de agua casi todos los días cuando podrían ahorrar haciendo directamente la obra", indica, bajo su criterio, Yánez.

En San Cristóbal tampoco quieren oír hablar de la lluvia. Y es que los aguaceros no hacen otra cosa si no agravarles la situación de malos olores y rebosos de agua, los cuales ya de por sí los sufren durante todo el año. "Cada vez que llueve se llena más todavía", señalaba Luis Casallas, otro vecino cuya puerta linda con la avería, hace un año a este diario. Todos están a la espera de una solución.

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