La falta de recursos para pagar la luz obliga a los gestores de una oficina de reparto del Banco de Alimentos en el Barrio Atlántico a suspender la distribución de comida a 150 familias, en su mayoría parados, que sólo cuentan con la ayuda de esta ONG para poder comer. La compañía de la luz les amenaza desde hace semanas con cortarles el suministro porque deben más de cinco meses y están planeando hacer una cadena de favores para que los vecinos les ayuden con los más de 600 euros que tienen que abonar porque ni el Gobierno de Canarias ni el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria han respondido a su petición de auxilio.

Mientras la demanda de ayudas casi se ha doblado después de la pandemia y los que se encargan del reparto sin ánimo de lucro carecen de recursos para pagar la luz y el transporte de la comida, la ONG tiene que hacer frente ahora también al pago de la comunidad de los locales, donde está la oficina de reparto, en los bajos de un edificio de viviendas sociales que les cedió hace años el Gobierno canario. Inicialmente, estaban exentos de pagar la comunidad.

Así lo ha asegurado Encarna López, la presidenta de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Pobreza, que se resiste a suspender el reparto, precisamente ahora cuando la gente peor lo está pasando y cuando se ha disparado la solicitud de alimentos. Antes de la pandemia atendían a 88 familias, una cifra que ahora llega hasta las 150, en su mayoría encabezadas por mujeres. A veces son más las que atendemos, asegura Encarna López, porque "nos envían cuatro o cinco familias más, casos de emergencia en los días de reparto".

"Cuando el Gobierno canario nos cedió los locales, nos aseguró que no teníamos que pagar la comunidad. Ahora nos dice que sí tenemos que pagar aunque sea una parte de la cuota y la vamos a abonar", sostiene López, quien añade que las nueve personas que se encargan de la gestión del reparto carecen de recursos para pagar además la luz y el transporte.

La asociación añade que dejaron de pagar la luz, tras el anuncio público que hizo Endesa de que renunciaba a cortar la luz por impago debido a la pandemia. Pero los avisos de corte de luz no tardaron en llegar a la ONG, que acudió a pedir ayuda a Servicios Sociales, pero se tuvo que volver a La Feria con las manos vacías.

"Se lo comentamos al Ayuntamiento para ver si nos podía ayudar en el pago de los recibos. No pretendemos que los paguen todos, sólo una parte, pero nos han dicho que no tienen dinero disponible para darnos y que no nos pueden pagar nada porque los locales son son del Gobierno de Canarias", señala López, quien califica de "injusta" la actitud de la Concejalía de Servicios Sociales, ya que "es el propio Ayuntamiento el que nos envía a las personas para que las ayudemos en el reparto de alimentos". "Lo veo muy injusto, cuando son ellos los que nos remiten personas para que las ayudemos en el reparto de alimentos".

"Tenemos problemas y los asuntos sociales no nos quieren ayudar. Estamos montando una cadena de favores para ver si la gente nos quiere aportar algo, porque también tenemos que pagar el transporte. Vamos a abrir un número de cuenta porque la que teníamos la cancelaron por falta de fondos", se lamenta la presidenta de la plataforma, quien se queja de que el Gobierno canario no ha respondido aún a su demanda.

"Estoy desde las nueve de la mañana llamando al Gobierno de Canarias, al Ayuntamiento, a todos sitios. El agua todavía la tenemos, porque no es mucha cantidad y la seguimos pagando, pero con lo demás no podemos", advierte.

De momento han venido pagando también el transporte de los alimentos desde la sede del Banco en Mercalaspalmas y desde Arinaga. "Con nosotros colabora un chico en el traslado, pero tenemos que pagarle los viajes", afirma.

López se muestra decepcionada con las administraciones, que se niegan a echarles una mano, pese a que ellos están realizando de manera solidaria y sin cobrar un euro una labor que es obligación del Ayuntamiento capitalino.

La asociación empezó con el reparto de alimentos en 2008. "Empezamos con un par de vecinos que necesitaban ayuda y luego se fue uniendo gente que estaba en paro y con la que montamos la plataforma", recuerda. La oficina reparte alimentos, dos veces al mes, a todas las familias empobrecidas de La Feria y de otros barrios cercanos, porque según indica López han ido desapareciendo varias asociaciones que antes realizaban repartos. "La mayoría de la gente está en paro, algunos están enfermos y no tienen paga ninguna y nosotros les asesoramos y que camino hacer para que los servicios sociales les ayuden a pagar el agua y la luz de sus domicilios".

Desde la Concejalía de Servicios Sociales, que dirige Carmen Luz Vargas, señalaron que "el Ayuntamiento no puede cubrir los gastos del pago de la luz porque el local no es municipal".