Los escombros y los trastos viejos se acumulan en los contenedores del barrio de Tamaraceite destinado a los residuos orgánicos de las viviendas, especialmente en la parte cercana a Lomo Los Frailes. Los cascotes de obra menor llegan también a los alrededores del campo municipal de fútbol Juan Guedes, sede del equipo de Segundo B UD Tamaraceite y donde entrenan unos 350 chicos al balompié en temporada normal. La limpieza brilla por su ausencia en esta zona de la ciudad, donde los parterres también están llenos de latas, bolsas y cagadas de perro. Con los residuos encontrados ayer se hubiera llenado una camioneta de las que utilizan los operarios de limpieza municipal. Los vecinos se quejan de la falta de limpieza.

El presidente de la UD Tamaraceite, Héctor Ramírez, explicaba ayer que se encuentran habitualmente escombros en los alrededores y en el barranco, y que tras los fines de semana sortean también la basura que dejan los jóvenes tras el botellón que hacen en la explanada de acceso al terreno, perteneciente al Instituto Municipal de Deportes. "No suelen venir a limpiar el exterior del campo, aunque es propiedad municipal, cuando se acumula la basura lo notificamos y vienen", dijo ayer el presidente, que señala que la zona se convierte en una discoteca los fines de semana al estar alejada de las urbanizaciones residenciales y en pleno campo.

"Han reventado dos veces la valla de acceso y hemos pedido que la vuelvan a arreglar para así limitar el acceso con los coches", añade Ramírez, que señala que la zona no es solo un vertedero, sino también un pipi-can. "Algunas veces hemos tenido que avisar a la policía nacional por la tarde porque había hasta gente fumando y vendiendo droga". Parques y Jardines ha repoblado durante los meses de pandemia una parte con árboles de distintas especies.

Al campo de fútbol se accede por la calle Alfonso de Armas Ayala, donde los parterres tampoco están limpios. La maleza se combina con los excrementos de los perros y otros residuos, que se extienden también ladera abajo, y en el parque existente entre dicha calle y la de Néstor Álamo.

Desde Limpieza se insiste en que tirar escombros fuera de los puntos limpios de la ciudad -El Sebadal y El Batán-, así como muebles, electrodomésticos y otros residuos pueden suponer multas entre 300 y 1.800 euros.

El Servicio de Inspección de Limpieza ha gestionado 33.797 incidencias acumuladas en el año, algunas de ellas gracias a las denuncias de los ciudadanos, el 47% de las mismas estaban relacionadas con vertidos de residuos.

De enero a junio se han gestionado además 111 denuncias, 64 de ellas entre los meses de mayo y junio, cuando comenzó la desescalada. Entre enero y febrero, tan solo hubo 35 multas, mientras que entre marzo y abril, en pleno estado de alarma, tan solo hubo 12.