Más de 50 locales se alquilan o venden a pie de calle en la calle Mesa y López y en las dos arterias colindantes -Juan Manuel Durán y Néstor de la Torre-. Pero son más, la zona cuenta con numerosas oficinas y despachos en las primeras plantas de muchos de los inmuebles que no se ven a simple vista. Entre los espacios que aún siguen estando libres figura el edificio Maya, un referente en los años dorados del comercio en Canarias, cerrado desde 2016.

El presidente de la Asociación de Empresarios de la Zona Abierta, Francisco González, aseguró ayer que no se puede achacar solo la disponibilidad de locales a la situación post-covid ya que muchos de ellos llevan cerrados desde hace tiempo, aunque señaló que habrá que ver cómo evoluciona la pandemia en los próximos meses para ver si se abren o cierran más. "El cierre no fue bueno para nadie pero se recuperó algo durante el tiempo en que los centros comerciales permanecieron cerrados. Ahora la situación está más estable", dijo.

En su opinión, hay varios factores que determinan que haya tanto local libre en la zona como es la movilidad comercial propia de este eje comercial, el auge de la compra online, la reforma de Mesa y López y los altos alquileres.

"En la arteria Mesa y López hay una estabilidad de rótulos y es donde menos movimiento de rotación hay, dado que las principales firmas quieren estar en primera fila y los alquileres suelen ser altos por lo que no están al alcance de todos. Quien más ha sufrido es Juan Manuel Durán al cerrarse Mesa y López pero estamos trabajando con el ayuntamiento para ver cómo podemos mejorar la calle para hacerla más atractiva", añadió González, que indicó que habrá que esperar a que la reforma termine para ver también si el uso del coche privado disminuye y, por tanto, se vean los efectos. Y, en este sentido, se refirió a Ruiz de Alda para ver como una calle que era secundaria desde el punto de vista comercial se ha convertido en un punto de referencia para la restauración.

Juan Manuel Durán, al igual que Néstor de la Torre, asumió el tráfico de Mesa y López cuando el Ayuntamiento decidió transformar las ramblas con el consiguiente impacto en ruido y polución para los viandantes y, por ende, en transitar por las calles para comprar.

"Dinamismo en la zona hay pero quizá a algunos negocios, que no estaban muy establecidos, el covid les ha dado la puntilla porque los alquileres no han bajado", añadió también para explicar la influencia de la covid en el cierre de los negocios.

La Asociación de Empresarios Zona Comercial Abierta tiene contabilizados 16 establecimientos disponibles en Juan Manuel Durán y 10 en Néstor de la Torre, aunque curiosamente no registra los existentes en la principal vía: Mesa y López, que va desde el Arsenal hasta la plaza de América.

Los datos pueden verse en la página web de la asociación, que incluye entre su información útil un listado y mapa de los locales libres en 70 calles de la zona. La información, que se actualiza cada seis meses en base también a un computo visual, corresponde al mes de febrero.

Instalarse en Mesa y López no es fácil ya que los alquileres se mueven en torno a los 2.000 euros mensuales o más en función de los metros cuadrados del establecimiento y de la cercanía al centro comercial. Un local de 150 metros cuadrados en los primeros números de la calle, cerca del Arsenal, por ejemplo, se alquila por 2.500 euros al mes. Sin embargo, a final de la calle, cerca de la plaza de América, un local con 128 metros cuadrados supone un coste de 1.280 euros mensuales.

En las calles de Juan Manuel Durán y Néstor de la Torre los precios bajan de los 2.000 euros. Un establecimiento de 90 metros cuadrados diáfano puede salir por 1.200 euros mensuales en Juan Manuel Durán.

La zona, que sufre una importante transformación urbanística debido al trazado de la metroguagua, la peatonalización y el carril bici, continúa siendo un atractivo para las grandes firmas comerciales y también para los pequeños negocios que funcionan alrededor de grandes operadores de prestigio. Esa transformación es para algunos expertos un factor primordial para que los negocios se hayan trasladado a las calles periféricas en busca de locales más baratos ante el temor de que el alquiler suba al acabar las obras.

La remodelación de la calle está siendo aprovechada por algunos negocios para modificar los suyos como es el caso de las sucursales bancarias BBVA y Santander. Otras, han cerrado temporalmente y abrirán en cuanto la calle esté terminada como Benetton.