Deborah Álamo, la entrañable señora de las pelotas de Las Canteras, falleció hace unos días, según informó ayer su hija a Mi Playa de Las Canteras. Durante décadas, embelesó a los playeros con sus vistosos ropajes mientras caminaba por la orilla ejercitándose con unos balones deportivos.

Hace ya más de 20 años que Deborah, playera desde niña, apareció un buen día vestida con ropas de colores llamativos manteniendo una botella de agua en equilibrio sobre su cabeza y golpeando los balones mientras caminaba a buen ritmo desde la talla de la Virgen del Carmen que hay en La Puntilla hasta la Cícer.

Aquellas caminatas le sirvieron para superar una depresión "de caballo", como ella misma contó en 2015 en una entrevista a Gran Canaria Televisión.

Algunas de las pelotas incluso le llegaban como regalos de los mismos policías que patrullan el arenal. Deborah disfrutaba de la playa en cada paseo y no le preocupaba el qué dirán, porque la arena, la brisa marina y la sal eran una terapia le había ayudado a ahuyentar muchos males. "Si piensan que se están riendo de mí, yo ya me estoy riendo de ellos hace tiempo", aseguraba en esa misma entrevista.

Hace unos años, también en televisión, había demostrado su jovialidad y su amor por Las Canteras con unos versos: "Te amo, playa mía, con todo mi corazón y toda mi energía, y si no fueras tan salada, te bebería". Hoy, esas olas de su querida orilla se vuelven lágrimas por su fallecimiento.