La carga del pesquero Frey comienza a ser un peligro de orden sanitario. Al menos 200 toneladas de pescado se pudren en las bodegas del buque atracado desde hace dos meses en la zona de reparaciones navales, a la espera de su definitivo desguace. El barco, que sufrió un incendio en alta mar, obligó al cierre de un restaurante situado en las inmediaciones durante dos días por la plaga de moscas, mosquitos y malos olores, a la vez que trabajadores portuarios advierten del grave peligro que supondría su hundimiento, al detectarse que se está escorando.

El barco vino a morir a La Luz. La presencia del pesquero ha generado desde hace dos meses una gran preocupación dentro del puerto. El estado de abandono no es el único problema que presenta, sino la carga que lleva en su interior, y que está generando molestias a operarios y a negocios situados en su entorno.

El Frey lleva en sus bodegas al menos 200 toneladas de pescado, según reconoce la consignataria, que se encuentra ya putrefacto por el tiempo transcurrido.

El barco, que tenía como puerto base Las Palmas, se incendió en alta mar cuando había comenzado a faenar. Por eso regresó a la Isla, permaneciendo a unas 2,5 millas del Faro de Maspalomas unas tres semanas. Y hace dos meses entró al puerto, donde se le retiró parte de la maquinaria y, tras su venta, está pendiente de ser desguazado. Pero su presencia está generando malestar, por los malos olores e insectos, que ya obligaron al cierre de un restaurante próximo durante dos días.