El alcalde de la capital grancanaria, Juan José Cardona, aseguró ayer que reforzará la vigilancia de la Policía Local durante la noche para aumentar la seguridad de los taxistas del municipio y evitar nuevos asaltos. Los miembros de este colectivo han sufrido tres ataques en menos de un mes. El último tuvo lugar la madrugada del pasado jueves, cuando un taxista acabó con la mandíbula rota a consecuencia del golpe que le propinó un asaltante.

El regidor, que realizó estas declaraciones durante una visita al barrio de El Fondillo, quiso quitar importancia a estos asaltos , que calificó de "ocasionales", aunque "cuando se producen salta la alarma y la preocupación en el colectivo".

Además del refuerzo de la vigilancia policial durante la noche, el Ayuntamiento tiene previsto firmar de manera "inminente" un convenio con la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT) para que la Policía Local vigile desde su sala de transmisiones el interior de los vehículos que tienen instaladas videocámaras y que "así lo deseen". En la actualidad hay 200 taxis, de los 1.600 que circulan por la ciudad, que tienen instaladas cámaras de seguridad. "El Ayuntamiento dará un paso adicional", con la vigilancia de las videocámaras, "para garantizar la seguridad de los profesionales del taxi", dijo.

Recortes

Por otro lado, el alcalde advirtió que el próximo año será peor que éste, desde el punto de vista económico, por lo que auguró que el presupuesto municipal, que este ejercicio se redujo a 291 millones, disminuirá aún más. Cardona señaló que "todavía es pronto para hablar de una cuantía exacta o aproximada" de la reducción, pero "la tendencia es a la restricción". "Tengo la sensación", opinó, "de que todavía no nos hemos enterado de la que está cayendo. En todos los ámbitos nos están diciendo que 2012 va a ser mucho peor que el actual y tengo que tomar aquellas medidas dirigidas a garantizar el mantenimiento de la estabilidad y de la normalización del Ayuntamiento".

Para conseguir dicho objetivo, insistió, "tendremos que hacer un presupuesto municipal bajo el principio de la austeridad y la contención del gasto y también de la reducción".

"Intentaremos por todos los medios que la reducción afecte lo menos posible a los servicios esenciales y, entre ellos, a los servicios sociales. Pero que no quepa la menor duda de que nos tendremos que apretar el cinturón", indicó Juan José Cardona, "como lo están haciendo ya los ciudadanos, las empresas privadas y las instituciones".