Gran Canaria no dispondrá de gas como fuente energética hasta 2018 en el mejor de los escenarios. El reciente acuerdo entre el Gobierno regional y el Cabildo para reiniciar el plan territorial que fijará su ubicación ocupa un plazo legal de dos años, al que se añadirá otra anualidad para conseguir la declaración de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y los 42 meses de su construcción.

Dirigentes del PSOE y PP acordaron hace unos días desbloquear el planeamiento insular de hidrocarburos que se había encallado en el anterior mandato por un conflicto competencial entre ambas administraciones y la negativa rotunda a su ubicación en Arinaga (Agüimes) y en Juan Grande (San Bartolomé de Tirajana).

Esta paralización ha originado que la empresa Gasificadora Regional de Canarias (Gascan) haya trasladado su sede fiscal a Tenerife. La isla tinerfeña iniciará la construcción de su regasificadora en Granadilla el próximo año, lo que supondrá una inversión de 245 millones.

El ahora vicepresidente regional, José Miguel Pérez, y entonces presidente del Cabildo, responsabilizó al Ejecutivo regional del bloqueo del plan de hidrocarburos grancanario al no aceptar su tramitación por la corporación insular, cuando sí había permitido que tramitase el de energías eólicas y de los corredores eléctricos.

El viceconsejero de la Presidencia del Gobierno, y en aquella ocasión consejero de Industria, Jorge Rodríguez (CC), acusó al Cabildo de incumplir el acuerdo de promover los tres planes energéticos de "forma secuencial", ya que dejaron para lo último el de hidrocarburos.

Este marasmo se ha resuelto tras la reunión mantenida por la consejera regional de Empleo, Industria y Comercio, la socialista, Margarita Ramos, y el presidente del Cabildo, el popular José Miguel Bravo, por la que se acepta que la corporación insular vuelva a asumir las competencias para tramitar el plan de hidrocarburos.

El presidente de Gascan, Miguel Becerra, señaló que la regasificadora de Gran Canaria debería estar "preferentemente" cerca de la central térmica de ciclo combinado de Juan Grande para reducir su suministro de gasoil así como de un puerto para recibir buques metaneros. En el caso de que hubiese que construir un muelle, "la obra tardaría mucho más que siete años", señaló el responsable de la empresa gasística.