Las 354 familias que habitan en las casas baratas de Tamaraceite se han cansado de esperar. Más de 15 años han pasado desde que el Ayuntamiento prometió a los vecinos que les construiría nuevas casas, para permitirles escapar del pésimo estado en que se encuentran los hogares en los que viven y más de una vez han denunciado el retraso de la rehabilitación.

Construidos hace más de 45 años por el antiguo Patronato Francisco Franco, son parecidas a las antiguas viviendas que se derribaron en El Polvorín. Están llenas de humedades y no reúnen condiciones de habitabilidad, debido al pésimo estado en que se encuentran. Fueron rehabilitadas por el Ayuntamiento hace unos catorce años, pero la actuación no eliminó los graves problemas que sufren los edificios.

El anterior gobierno de Jerónimo Saavedra impulsó el inicio de la reposición, con la construcción de 18 casas en La Galera, que forman parte de la primera fase del proceso de rehabilitación, y estaba previsto que a finales del pasado año se adquieran 88 viviendas, pero el proceso se encuentra paralizado desde hace más de un año.

Fuentes municipales atribuyeron ayer el retraso a la necesidad de que el Gobierno canario confirmara su parte de la financiación.

La concejala socialista Chani Ruiz consideró, sin embargo, hace unas semanas que el retraso de la reposición se debe a que el Gobierno municipal no se había preocupado por convocar la comisión bilateral con el Ministerio de Vivienda para garantizar la terminación de la primera fase y la continuidad de los fondos para concluir el derribo de las 354 viviendas y su sustitución por otras viviendas nuevas.

Eterno

Los vecinos temen que el proceso se eternice y al final dure más que la reposición del barrio de El Polvorín que se prolongó durante más de veinte años. El Ayuntamiento no gastó el año pasado los once millones presupuestados para Vivienda, pero el concejal de Urbanismo, Martín Muñoz, aseguró el pasado mes de marzo que ese dinero no se perderá y que se dispondría de dicha cantidad con el reparto de los remanentes (el dinero no gastado) el pasado año.

Sólo 18 familias han abandonado sus viviendas, tras finalizar el edificio que se construyó para ellas en La Galera. Sin embargo, algunos de estos adjudicatarios se encontraron cuando llegaron con problemas en la terminación de las viviendas. Otra de las zonas que está pendiente de ser sometida a un proceso de reposición es el barrio de Las Rehoyas, pero la actual situación de crisis económica hacer prever que habrá que esperar bastantes años para iniciar la actuación.