La Autoridad Portuaria propone a los propietarios de barcos, negocios y socios del Club Marítimo Varadero una rebaja del 50% en la nueva tarifa de los aparcamientos del Muelle Deportivo, cuyo cobro está aún en periodo de pruebas. La medida, que se produce por el malestar de los concesionarios, beneficiaría a cerca de 1.800 personas. En cambio, tendría un coste mayor para el resto de usuarios, que asumirán precios "comerciales" al pasar de un céntimo a dos por cada minuto de estancia.

El viernes de la semana pasada se bajaba la barrera en el acceso del Muelle Deportivo para controlar el paso de los vehículos. El Puerto ponía en marcha de esta forma un periodo de pruebas para informar a los propietarios del nuevo sistema de cobro por entrar con el vehículo en la zona, con el fin de mejorar la seguridad interior, y evitar que la Dársena se convierta en un gran estacionamiento para los trabajadores de empresas y organismos públicos ajenos al recinto. Todo ello, generando en muchas ocasiones problemas para aparcar para los usuarios y negocios situados a su alrededor, ya que apenas cuenta con 700 plazas de estacionamiento.

La medida generó malestar entre los propietarios y trabajadores ligados al Muelle, que comenzaron a movilizarse para buscar nuevas alternativas.

Contraoferta

Una representación de este colectivo de dueños de barcos, empresarios y trabajadores de negocios portuarios y del Club Marítimo Varadero mantuvieron ayer una reunión con el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, y con el jefe del departamento de Dársenas Deportivas, Jesús Ramírez, para estudiar alternativas. La propuesta presentada por el Puerto permitiría a los concesionarios disponer de unas condiciones económicas especiales sobre las aprobadas en el consejo de administración en julio, con una disminución próxima al 50% en los abonos. De esta forma, la tarjeta mensual costaría 12 euros en vez de 25 para los coches, por seis euros, y no 12 como hasta ahora, para las motocicletas.

En cambio, los responsables portuarios manifiestan que el servicio no podrá ser deficitario por exigencias de la legislación vigente. Por este motivo, la reducción de las tarifas para estas personas tendría una afección directa para el resto de usuarios, que afrontarán precios "comerciales". De momento, la propuesta que se baraja sería la de aumentar a algo más de dos céntimos de euro el minuto de estacionamiento, cuando el vigente es de un céntimo. Y también podría afectar al periodo de gratuidad, fijado en dos horas.

En cambio, se rebajarían los precios los fines de semana, y habrá compensaciones para los clientes de esos negocios.

Un representante del colectivo señaló tras la reunión que se habían dado pasos positivos, pero que aún no han tomado una decisión definitiva. Hoy tienen previsto sentarse para valorar la propuesta y estudiar una posible alternativa, que volverán a poner sobre la mesa del Puerto.

El presidente Luis Ibarra quiere llevar al consejo de administración previsto para el lunes las modificaciones de las tarifas, puesto que la empresa que presta este servicio prevé cobrar la próxima semana. En caso de que no exista un acuerdo, la modificación debería esperar al próximo consejo de octubre.