El aumento de horas lectivas de la jornada laboral de los profesores de Infantil, Primaria y Secundaria en las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha, Navarra y Galicia para este curso escolar ha vuelto a poner en tela de juicio el trabajo de este colectivo, que en el Archipiélago ronda la cifra de 25.000 docentes. Un recorrido por las distintas comunidades autonómicas pone de manifiesto que los docentes canarios están entre los que más horas hacen.

En Canarias, la jornada semanal del profesorado de Educación Infantil y Primaria se establece en 37 horas y media a la semana. De ellas, 30 deben estar dedicadas a actividades del centro mientras que las horas restantes, hasta completar las siete horas y media, están para preparación de actividades y formación personal.

Los centros son los encargados de distribuir las 30 horas, 28 de las mismas de obligada permanencia en los colegios -25 horas lectivas y tres para tutorías, reuniones con los equipos, asistencia a claustros; entre otras tareas-. El resto son para actividades no fijadas en el calendario.

En el caso de los centros de Secundaria, las 37 horas y media se dividen entre 28 de actividades en el centro y 9 de libre disposición. De las 28 horas, 24 son de obligada permanencia en el centro -18 horas lectivas y seis complementarias-. En el calendario figuran cuatro horas y media para otras actividades -evaluaciones o claustros, por ejemplo- sin periodicad fija.

Los docentes de Extremadura, Andalucía y Castilla-León se encuentran entre los mismos parámetros que sus colegas canarios.

En las comunidades de la polémica, sin embargo, los docentes de Infantil y Primaria trabajan cuatro horas menos en Galicia; dos horas menos en Castilla-La Mancha. En Secundaria, sin embargo, los de Navarra tienen una hora menos mientras que los de Castilla y La Mancha y Madrid cuentan con el mismo número de horas lectivas (18) que aquí.

El portavoz del STEC, Emilio Armas, indicó ayer que en Infantil y Primaria se está en el "tope legal" y que en Secundaria "muchos se acercan a las 20 horas". "Hace 20 años mi tarea en la docencia era menos dura y con menos responsabilidades", afirmó. En su opinión, el "desprestigio de estos últimos años de la tarea docente y el desconocimiento social" han motivado que los ciudadanos crean que los docentes trabajan poco.