Víctor M. M. ha reiterado en diferentes ocasiones que no quiere "volver a estar encerrado porque hay gente muy mala allí". Llegó incluso a amenazar a sus allegados con quitarse la vida si volvían a meterlo en un centro de esas características. El joven denunció en su momento que sufrió abusos sexuales por parte de otro compañero de un centro de acogida por lo que le horroriza esa falta de libertad.

De hecho, siempre que lo ingresan en un centro se escapa para estar con su familia. "Yo no quiero que me internen, quiero ir a mi casa a ver los partidos del Real Madrid", explicó en el juzgado el pasado mes de octubre cuando cumplió la mayoría de edad.

Fue entonces cuando se dictaminó que el chico se hospedara en el hogar Adepsi y acudiera al Centro de Educación Especial Civitas con la opción de quedarse en la casa familiar durante los fines de semana que es lo que Víctor realmente desea.

Sus más allegados se muestran muy disgustados con la noticia de que permanezca ingresado en la Quinta de Reposo, ya que consideran que hay otras opciones en caso de crisis, como la Unidad de Internamiento Breve del Hospital Doctor Negrín.