El mal tiempo no mermó la ilusión de los 200 jóvenes que se presentaron ayer al casting para las galas del Carnaval de Mar y Culturas. Una cita que cada edición congrega a más aspirantes, aunque finalmente sólo la mitad fueron seleccionados como bailarines, actores, acróbatas, figurantes y manipuladores de elementos. Algunos repetían experiencia, pero otros llegaban por primera vez al Edificio Miller tras enterarse por las redes sociales.

"Es un modo de darte a conocer porque aquí el trabajo de actor es muy complicado", comenta Luis Rodríguez, de 29 años y en cuarto curso de Interpretación. Junto a él, que ya se ha metido en la piel de pirata o de sartén en anteriores ediciones, otras dos compañeras esperaban su turno para hacer la prueba de figurantes.

Un grupo de jóvenes aficionados al parkour fueron elegidos gracias a su capacidad de dar saltos imposibles en todas direcciones. Directamente fueron bautizados como delfines y sirenas para la coreografía de las galas de la Reina y de la Drag Queen. "Nosotros ensayamos en la calle, saltando en cualquier lugar", explica Alejandro Villalba, de 21 años. "Es la primera vez que nos presentamos al casting y hemos sido seleccionados", comenta orgulloso.

Y es que no era fácil pasar la criba, ya que, según los organizadores, hay mucho nivel. "Ojalá tuviéramos sitio para todos, pero es una cuestión de producción", sostiene el director artístico, Israel Reyes. "El casting va a más cada año porque la gente quiere estar en la fiesta más importante de la ciudad", concluye.