Una entrañable postal del Muelle Deportivo o un foco de infecciones. La polémica está servida. Y esta vez va de gatos. Los gatos salvajes que campan a sus anchas por la escollera de la marina deportiva se han convertido en objetivo de unos y otros. Para la Autoridad Portuaria son el origen de un "grave problema" de salud. Para los defensores de los animales, lo que el Puerto pretende es exterminarlos y borrarlos del Muelle Deportivo con la excusa de fumigar. Ambas posturas no acaban de entenderse e incluso los amigos de los gatos amenazan con llevar al Seprona a la Autoridad Portuaria por maltrato animal.

"No vamos a hacer daño a los gatos". Jesús Ramírez, director del Muelle Deportivo, desmiente rotundamente que la Autoridad Portuaria vaya a convertir la marina en una especie de Auschwitz felino. "El problema no son los gatos en sí, el problema son las pulgas y las infecciones que arrastran algunos animales y, sobre todo, las ratas que aparecen por el Muelle para comerse la comida que la gente deja a los gatos, eso nos ocasiona un grave problema de salud pública que requiere un tratamiento de choque fumigando la escollera", explicó el directivo.

Según Jesús Ramírez, la intención del Puerto es desalojar a los gatos mientras dura la fumigación para volver a traerlos al Muelle Deportivo desparasitados, con collares antiparásitos y esterilizados para que tampoco haya sobrepoblación felina. "Tenemos que garantizar la salud pública y es absolutamente imprescindible fumigar, lo podíamos haber hecho ya con los gatos en la escollera pero eso habría causado la muerte de muchos de ellos y no lo hemos hecho".

El Puerto maneja la tesis de que los gatos podrían ser desalojados durante un mes -tiempo que dura la fumigación- y que el albergue de animales de Bañaderos se haga cargo de ellos en ese tiempo para retornarlos luego al Muelle. Sin embargo, desde el propio albergue se aclaró ayer por la mañana, a través de su Facebook, que no tenían ni idea del traslado de gatos. Por la tarde se comunicó que ya se habían puesto en contacto con la Autoridad Portuaria pero reiteraban que no tenían espacio para los gatos.

"Es todo muy sospechoso y nos tememos lo peor". Copelia Jerez habla por boca de la asociación Canarias Adopta-APA Selicanes de defensa de los animales y no se cree la tesis oficial del Puerto. "Lo que van a hacer allí en el Muelle es una masacre, un asesinato porque no hay ningún albergue ni sitio donde se hagan cargo de los gatos que se quieren llevar", afirma esta activista.

Para los defensores de los animales, el Puerto los quiere engañar diciendo que se llevará los gatos durante un mes y que luego los devolverá donde estaban fumigados y esterilizados. "Si hay más de 40 gatos y cada esterilización cuesta 150 euros, ¿se va a gastar la Autoridad Portuaria todo ese dinero en gatos? Lo que dicen es un engaño y vamos a denunciarlo al Seprona para que estén atentos", afirma Jerez.

Otro punto débil de la tesis oficial, según los defensores de los animales, es cómo van a cazar a los gatos salvajes, ya que esa labor la desarrollan habitualmente operarios municipales que tienen prohibido entrar en territorio del Puerto.