Variedades de pescado congelado comienzan a escasear en los mercados de Las Palmas de Gran Canaria. La paralización de casi 1.100 toneladas en el puerto de Las Palmas por las trabas burocráticas del Ministerio del Medio Rural y Marino ha lanzado los precios al alza y vaciado muchas neveras, aunque la mayoría de los comerciantes esperan tener reservas de cherne y corvina salada suficiente para atender la fuerte demanda de Semana Santa, gracias a que hicieron acopio desde hace más de un mes.

Los problemas para levantar el pescado congelado de La Luz empiezan a pasar factura al consumidor. Los pescaderos se quejan de las dificultades para encontrar variedades del tipo del lenguado, el gallo, los calamares o el corvinato. Pero no son los únicos casos, ya que los restaurantes y hoteles de los núcleos se han quedado prácticamente sin lenguado, el pescado estrella para los turistas.

Este es uno de los efectos inmediatos que está dejando en el mercado local la imposibilidad de retirar de los frigoríficos del Puerto de La Luz casi 1.100 toneladas de pescado congelado desembarcado de los buques-nodriza, Jaifeng 823, Seta nº 73 y7 Lian Run, que traían en sus bodegas la carga de hasta 68 pesqueros de la flota de países asiáticos que faenan en aguas de la costa africana.

Acopio suficiente

Las pescaderías coinciden en que esta falta de algunas variedades está propiciando que los precios se hayan elevado en torno a un 20%, por lo que han tenido que repercutirlo en los cartones donde se exponen los precios finales de venta al público. Pero, además, apuntan, han tenido que dar salida como alternativa a determinadas variedades que apenas tiene demanda en los mercados.

Sin embargo, la experiencia ha permitido a los vendedores realizar acopio suficiente hace más de un mes para responder a la fuerte demanda de pescado salado para estas fechas de Semana Santa. Según algunos comerciantes, las ventas de cherne y la corvina se duplican y hasta triplican durante estos días.