El cambio de las antiguas instalaciones del servicio de Urgencias del Hospital Insular -más acordes con las de un país en vías de desarrollo- a las nuevas ha sido radical. Ya no hay cartones en lugar de ventanas, las paredes no están descorchadas y los monitores y materiales están renovados. A primera vista todo se ha perfeccionado, pero, según los trabajadores, de puertas para adentro se repiten algunas de las deficiencias. La peor parte se la llevan los denominados boxes de exploración en donde en el lugar asignado a una camilla se colocan actualmente dos por falta de espacio, lo que dificulta el trabajo de los enfermeros y se suprime la intimidad de los pacientes que tienen que estar en observación varias horas.

Hace sólo ocho días que se trasladaron al nuevo edificio, por lo que las imágenes de lo que trabajadores y pacientes tuvieron que soportar durante años en las antiguas instalaciones están muy presentes. "No queremos que los pacientes en camilla vuelvan a los pasillos por falta de espacio", alerta el Sindicato de Enfermería y Sanidad de Las Palmas (Satse).

En las antiguas Urgencias era normal ver a los pacientes agolpados en los pasillos, hacinados en pequeñas salas e incluso en sillas de ruedas o en el mismo suelo por falta de camillas. Para Satse el problema es que ha habido una falta de previsión por parte de la Consejería de Sanidad que no ha tenido en cuenta el aumento demográfico de los últimos 15 años.

Además, la plantilla sigue siendo la misma que en las antiguas instalaciones cuando serían necesarios entre ocho y 10 más para poder atender correctamente a los usuarios. Lo que sí se ha conseguido desde ayer es que se cubra el 100% del personal por bajas o por vacaciones. Actualmente en este servicio trabajan cerca de 70 enfermeros entre los que se incluyen los que van en las ambulancias.

Dobles turnos

"Los enfermeros a veces tienen que doblar turnos o ir a trabajar al día siguiente sin descansar lo suficiente cuando se requiere un alto nivel de tecnicismo y se trabaja con medicación", explican fuentes del sindicato. "Urgencias siempre tiene que estar cubierta al 100% porque no se sabe qué sucederá cada día", añaden. Al ser una unidad tan esperada, la decepción ha sido grande entre los trabajadores, aunque no tanto entre los usuarios, que ayer decían maravillas de las coloridas y luminosas instalaciones.

"Tenían que haber contado con los que trabajamos dentro. Ahora, como siempre, habrá que empezar a parchear", lamentan desde Satse.