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Casa terrera de la calle Agustina de Aragón donde ocurrieron los hechos.

A juicio cuatro jóvenes acusados de abuso sexual a menores en Schamann

Las tres víctimas tenían 14 y 15 años en el momento de los hechos y una de las niñas se hallaba bajo la custodia de un centro de menores del que se escapaba

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzga desde este lunes a cuatro jóvenes, acusados de cometer abusos sexuales a tres menores de 16 años en una casa terrera situada en Schamann. La vista oral debía ser en diciembre de 2019, pero fue aplazada por peticiones de varios letrados de la defensa, que alegaron que no conocían bien la causa, porque se la acababan de asignar.

El Ministerio Fiscal señala en su escrito de calificaciones provisionales que los acusados J. D. S., K. C. G., N. G. L. y S. M. L., siendo mayores de edad y con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, frecuentaban, “desde al menos diciembre de 2016, la infravivienda sita en el 101 de la calle Agustina de Aragón”, lugar en el que pernoctaban, desarrollaban su actividad diaria y consumían de manera frecuente sustancias estupefacientes y psicotrópicas, en especial J. D. S, K. C. G. y S. M. L.

La Fiscalía pide penas que van de cuatro a 33 años de prisión para los procesados

En dicha casa terrera había varias camas, por lo que los investigados J. D. S., y K. C. G. la utilizaban no solo para consumir drogas y alcohol, sino para invitar a las adolescentes y jóvenes con las que habían tenido contacto anteriormente en el ascensor del Parque de Las Rehoyas. Estos dos encausados contactaron con Andrea, Ana y Lucía (nombres ficticios para salvaguardar la identidad de las afectadas), de 14 y 15 años, en diciembre de 2016, con el fin de “satisfacer sus lúbricos instintos”, pese a conocer las edades de las menores. Una de las víctimas pernoctó en la infravivienda en varias ocasiones, a pesar de estar bajo la custodia del centro de menores Hogar Nuevo Futuro, del cual se escapaba para verse con los procesados.

K. C. G. mantuvo relaciones sexuales con Andrea en seis ocasiones, aproximadamente, y sin el uso de preservativo; y cuatro veces con Ana. Además, mantuvo dos encuentros sexuales con ambas víctimas, en los que hubo penetración, en compañía del acusado J. D. S. Juntos ataron a las menores, les taparon la boca con cinta adhesiva y golpearon a una de ellas con un látigo, “en una suerte de juego sadomasoquista”.

J. D. S. también mantuvo relaciones sexuales con Lucía, en al menos tres fechas diferentes, hasta que ella le comunicó su intención de no seguir con los contactos sexuales.

Los investigados utilizaban una casa terrera abandonada para cometer los delitos

Por su parte, N. G. L., tuvo relaciones con Ana, pese a conocer su edad, mientras que S. M. L. le realizó tocamientos a Andrea en su zona genital, por encima de la ropa, en más de tres ocasiones.

Por todo ello, la Fiscalía solicita, para J. D. S., 33 años de cárcel por tres delitos continuados de abusos sexuales con penetración. En el caso de K. C. G., 22 años de prisión por dos delitos continuados de abusos sexuales con penetración. N. G. L., por su parte, se enfrenta a nueve años de cárcel por un delito de abusos sexuales con penetración. Y para S. M. L., una pena de cuatro años y medio de prisión por un delito de abusos sexuales.

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