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Una foca gris, nueva vecina del Puerto

Calabuig asegura que es el primer ejemplar de esta especie en la capital en más de 40 años

Una foca gris, nueva vecina del Puerto

Las radas del Puerto de La Luz se han convertido en un auténtico hervidero de peces tras la prohibición de la pesca en el interior del recinto. Este vergel de sargos, bogas y lebranchos ha propiciado la llegada de grandes mamíferos marinos hasta sus tranquilas aguas. Hace poco más de una semana unos trabajadores de la zona se vieron sorprendidos por un animal que no recalaba en estas costas desde hacía décadas y estaba nadando plácidamente junto al dique Nelson Mandela: una foca. Y tras ser observada por los expertos, estos han determinado que se trata de una Halichoerus grypus o foca gris. Según Pascual Calabuig, veterinario de fauna silvestre, no tiene constancia de la presencia de este animal en la bahía de la capital en más de 40 años.

En un primer momento, algunos trabajadores portuarios pusieron en duda de que se tratara de esta especie y barajaron que pudiera ser una Monachus monachus o foca monje. Este animal lleva décadas extinguido de las aguas del Archipiélago, aunque el año pasado comenzaron las tareas para su reintroducción en Fuerteventura, y su presencia en el entorno de África noroccidental se limita a una colonia en Cabo Blanco -Mauritania- y otra en las islas Desertas -Madeira-. En cambio, los avistamientos de la Halichoerus grypus han sido relativamente frecuentes en las últimas décadas en las costas de la Macaronesia.

Una foca gris se pasea por el Muelle Nelson Mandela

Una foca gris se pasea por el Muelle Nelson Mandela

La hemos visto ya varias veces nadando por el Nelson Mandela, lleva por aquí casi dos semanas”, indica un trabajador del Puerto. El sábado le hicieron unas fotos y estas corrieron como la pólvora por las redes sociales. Lo cierto es que este mamífero volvió a asomar el hocico este lunes. De hecho, Calabuig comenta que una pareja de charranes -un ave marina frecuente en las Islas- recientemente anida en la dársena de África por la abundancia de alimento.

“Aquello se ha convertido en una especie de vivero, está en un paraíso del pescado”, señala Calabuig, quien está siguiendo los pasos del animal estos días. En los últimos años han avistado en esta misma zona del Puerto delfines y hasta un ejemplar de rorcual aliblanco -un tipo de ballena de baja talla-, por lo que lo extraño ha sido ver una foca; al menos este veterinario no tiene constancia de la presencia de esta especie en costas de la capital en casi medio siglo.

En su caso no achaca esta visita inesperada a los meses de confinamiento y pandemia. “Armas es básicamente quien opera en el Nelson Mandela y sigue viajando con regularidad”, indica. La foca gris habita normalmente en aguas de las islas Británicas y del mar Báltico; en tal caso, como muy al sur suelen nadar hasta el mar Cantábrico. Pese a esto, se han avistado en los últimos años ejemplares en aguas de Mauritania, Marruecos, Sáhara Occidental y Canarias, cuenta Calabuig. Entre estos, la famosa Humphrey en 2008, animal que encontraron en mal estado por culpa de la mordida de un tiburón en la costa de la ciudad de Casablanca -de ahí el nombre con el que fue bautizado en honor al actor protagonista de la película homónima de 1942-.

Son varias las características que diferencian la foca gris de la monje; pese a ello, es habitual que la confusión entre estas dos especies cuando se han avistado ejemplares en las costas isleñas, aunque la segunda lleve décadas extinta en Canarias. La Halichoerus grypus se distingue por su mayor tamaño, un pelaje más grisáceo -frente al de la otra especie que es más amarronado oscuro- con pequeñas manchitas y una cara “más estilizada”, señala el veterinario. Los ejemplares macho de pueden alcanzar hasta los 400 kilos de peso y las hembras 250.

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