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La pobreza y la exclusión social atenazan a dos de cada seis personas en Canarias

Las Islas afrontan la crisis económica de la pandemia sin haber podido recuperarse de la recesión de 2008 | La privación material severa afecta al 3,9% de la población

Gema Martínez, Juan Carlos Lorenzo y Fernando Rodríguez conversan durante la presentación de los datos

La pandemia llegó a Canarias con 773.053 personas, el 35% de la población del Archipiélago, en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que sitúa a la comunidad diez puntos por encima de la media del país. El informe El estado de la pobreza correspondiente a 2019 refleja un descenso de casi un punto y medio con respecto al año anterior, aunque también pone de manifiesto que las Islas afrontan la actual crisis en una situación similar -incluso dos décimas peor- a la que había en 2008, al comienzo de la Gran Recesión. “No estamos en una situación óptima para afrontar lo que se viene encima”, advertía ayer Fernando Rodríguez, vicepresidente en Canarias de la Red europea de lucha contra la pobreza en el Estado español (EAPN-ES), durante la presentación del informe en la Consejería de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias.

El documento de la EAPN compila en 244 páginas información procedente de distintas fuentes estadísticas oficiales para mostrar el grado de cumplimiento de los objetivos de inclusión que se fijaron de cara a la Estrategia Europa 2020. Doce años después, “España ha fracasado en su intento”, lamentó Rodríguez. En el Archipiélago, los efectos de la crisis financiera se notaron hasta bien entrada la década: la pobreza y exclusión social afectaban al 34,8% de la población en 2008, porcentaje que aumentó hasta el 44,6% en 2016. La tendencia solo se había revertido en los últimos tres años, aunque las Islas no han podido volver a situarse en este tiempo por debajo del 35% en el denominado indicador Arope, que combina una serie de componentes como la tasa de pobreza, la intensidad de empleo por hogar y la privación material severa.

Canarias continúa muy por encima de la media estatal en este indicador. En el conjunto de España, 11.870.000 personas, un 25,3% de la población, se ven atenazadas por la pobreza y la exclusión social a fecha de 2019. Las Islas han visto cómo a lo largo de los últimos doce años se reducía la brecha con respecto al país, pero no porque los datos en el Archipiélago mejoraran, sino porque los del resto de territorios empeoraron: en 2008, España había entrado en la Gran Recesión con una tasa del 23,8%.

Fronteras de pobreza

La pobreza también muestra una clara división entre el norte y el sur de España. Los habitantes de las comunidades septentrionales se encuentran por debajo de la media del Estado -Navarra, País Vasco, Baleares, La Rioja, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Cantabria y Aragón arrojan, de hecho, datos inferiores a la media europea-, mientras que los de las meridionales llegan en algunos casos a superar en más de 12 puntos porcentuales al conjunto del país. El Archipiélago solo se ve superado por Extremadura y Andalucía, ambas con un 37,7% de la población en esta situación.

El informe también analiza el riesgo de pobreza por separado como uno de los tres componentes del indicador Arope. En 2019, 628.282 personas -el 28,5% de la población canaria- tuvieron que subsistir con menos de 641 euros al mes, cantidad estimada como umbral de la pobreza en el Archipiélago. En este caso sí se detecta un leve descenso con respecto a 2008 -de 2,2 puntos porcentuales- a diferencia del conjunto de España, donde hay un incremento de nueve décimas. En cualquier caso, las Islas aún están muy por encima de la media estatal, del 20,7%, y es de nuevo la tercera con el panorama más agudo, solo por detrás de Extremadura (31,5%) y Andalucía (31,3%).

En 2019, el 28,5% de la población canaria tuvo que subsistir con menos de 641 euros al mes, cantidad estimada como umbral de la pobreza en el Archipiélago.

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En Canarias, el umbral de la pobreza severa se sitúa en aquellos hogares cuyos ingresos no llegan a los 500 euros al mes. 247.378 personas se encuentran en esta situación en la comunidad autónoma, el 11,2% de la población. Este apartado es el que muestra la progresión más positiva en el último año, al haber descendido desde el 16% de 2018, y se sitúa en un entorno parecido al de 2008, cuando las situaciones más severas de pobreza afectaban al 11,4%. A pesar del brusco descenso del año pasado, las Islas continúan dos puntos por encima de la media estatal, que es del 9,2%.

Otro de los índices contenidos en el informe es el de privación material severa, que agrega a quienes no pueden permitirse en su hogar cuatro conceptos de un total de nueve, entre los que hay una comida de carne o pescado cada dos días, capacidad para afrontar gastos imprevistos, retrasos en pagos de la vivienda, o disponer de una lavadora, de un teléfono, de un televisor o de un automóvil, entre otros. El 3,9% de la población de las Islas -86.000 personas- se encuentra en esta situación. Este porcentaje se redujo a la mitad en un solo año -en 2018% era del 8,8%- y se sitúa ya por debajo de la media nacional, del 4,7%. Aun así, Fernández advertía ayer sobre la confusión que puede generar este dato debido a la alta penetración de la tecnología y el efecto distorsionador que puede tener en el baremo: “La mayor parte de la sociedad ya tiene teléfono móvil y televisión”. En los considerados elementos principales, como no poder llegar económicamente a fin de mes o no tener una alimentación saludable, en las Islas “seguimos estando en una situación muy desfavorable, por encima de la media”.

Canarias se sitúa entre los últimos puestos de España igual que España se sitúa entre los últimos puestos de Europa. El indicador Arope del conjunto del país -en este caso son datos de 2018, los últimos facilitados por la oficina estadística de la UE, Eurostat- es superior en 4,3 puntos porcentuales a la media europea y solo se sitúa por debajo de las de Bulgaria, Rumanía, Grecia, Letonia, Lituania e Italia. De hecho, el crecimiento de este indicador desde 2008 a 2019 es el cuarto más elevado de toda la Unión. La tasa de riesgo de pobreza, que para el periodo estudiado era del 21,5%, está 4,4 puntos por encima de la europea y solo la de privación material severa es mejor que la del conjunto.

El descenso en los indicadores de pobreza de los últimos años puede acabar convertido en un espejismo ante los efectos de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus en 2020. Aun a falta de datos específicos, ya se presume que “volveremos a una curva de ascenso” en las tasas, tanto en Canarias como en España “y muy probablemente en Europa”, advirtió Rodríguez. “España”, incidió, “será uno de los países donde va a tener más efectos”.

El presidente en Canarias de EAPN-ES, Juan Carlos Lorenzo, abogó por “pensar y reflexionar” a partir de los datos contenidos en el informe. El descenso en los indicadores de pobreza durante los últimos ejercicios y la mejoría económica de los años inmediatamente anteriores a 2020 no han traído a su juicio “ningún tipo de desarrollo, ni siquiera un punto de inflexión con respecto a la pobreza y exclusión social” en el Archipiélago y advirtió sobre lo que ya está ocurriendo este año. Aunque “es muy difícil encontrar datos por la pandemia”, los expertos disponen de otros indicadores “que ilustran un componente de pobreza que se va a radicalizar”, subrayó. Citó al respecto el descenso del 36,2% en el producto interior bruto de Canarias durante el segundo trimestre del año o los datos de la Encuesta de Población Activa de ese mismo periodo, que reflejaban un desempleo del 21,55% en la comunidad autónoma, con 225.900 personas carentes de trabajo.

Lorenzo alertó acerca de un cambio en el perfil. “Han mutado; no hablamos de personas sin hogar, hablamos de pobreza invisible”. El informe señala, en concreto, que el 53,7% de la población de las Islas tiene algún tipo de dificultad para llegar a fin de mes sin problemas y el 14,8% de quienes están por debajo de los 60 años -249.291 personas, cuatro puntos por encima de la media estatal- vive en hogares con baja intensidad en el empleo. Esta tasa, además, se ha incrementado con respecto a 2008 en 5,5 puntos.

"Las personas más frágiles son las más perjudicadas y la situación de pobreza en Canarias se va a fragilizar aún más"

Juan Carlos Lorenzo - presidente en Canarias de EAPN

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La situación afecta a muchos colectivos, aunque Lorenzo puso el foco sobre la población de mayor edad. “Las pensiones se revalorizan muy poquito”, recordó, pero al mismo tiempo estas personas suponen una red de apoyo para el resto de sus familiares. “Las personas más frágiles son las más perjudicadas”, recalcó, “y la situación de pobreza en Canarias se va a fragilizar aún más”.

La respuesta a esta necesidades, añadió, no ha funcionado. “La estructura de protección y lucha contra la pobreza han devenido en insuficientes”, continuó Lorenzo, para quien “la mejora de los niveles educativos tampoco ha mejorado la pobreza”. En este contexto, abogó por una reformulación del modelo para la que reclamó un uso de “los términos adecuados”. Citó, por ejemplo, la idea de reconstrucción, término por el que ha acabado siendo conocido el Plan para la Reactivación Social y Económica de Canarias que impulsa el Gobierno autonómico. “Reconstrucción es un término insuficiente, la idea es construir de otra manera”, concluyó.

"El paro, como la pobreza, es estructural"

Por segundo año, la presentación de los resultados del informe sobre el estado de la pobreza tuvo lugar en la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias. La viceconsejera de Derechos Sociales, Gemma Martínez, reconoció durante su intervención que “el paro, como la pobreza, son estructurales en el Archipiélago, para lo que citó como ejemplo la evolución del desempleo en los últimos años, que fueron de despegue económico: “En los momentos de mayor turismo, las tasas de desempleo nunca bajaron del 21%”, afirmó. Martínez repasó las acciones llevadas a cabo por el Ejecutivo autonómico durante el año largo que lleva la legislatura, aunque asumió que “ha cambiado la realidad del mundo” y resulta necesario “trabajar de la mano” con las organizaciones que tratan habitualmente con la pobreza y la exclusión. Al respecto, aludió a la aprobación por parte del Parlamento de Canarias del abono del segundo pago del ingreso canario de emergencia y a diversos complementos que analiza en estos momentos la Administración y que estarían destinados a la vivienda, para educación de cero a tres años o a mayores de 65. La viceconsejera también reivindicó una agilización de la administración para reducir los trámites burocráticos y facilitar el acceso a las prestaciones -“Las concebimos como un derecho social”, incidió- reduciendo el papeleo. “La administración pública canaria se tiene que modernizar sí o sí”, continuó haciendo referencia al instrumento canario de emergencia, que “no necesitó papeles, solo llamadas”. Martínez remató su intervención con una exposición de intenciones sobre su departamento: “Este gobierno no puede cambiar el modelo de 30 años en cuatro, pero queremos sentar las bases”.

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