Tres testigos que vieron poco antes de los hechos al hombre que fue abatido de cuatro tiros en la calle Córdoba de Las Palmas de Gran Canaria la tarde del 29 de agosto de 2017 han asegurado al Jurado que no vieron el arma con el que el acusado de su asesinato, El Chupa, asegura que le apuntó y que motivó que disparara contra él.

En la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Las Palmas contra Francisco Iván T.G., alias El Chupa, como presunto autor de los delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas, y contra Marcelino T.G., conocido como "El Lile", han declarado un guardia civil del Grupo de Actividades Subacuáticas que estuvo buscando el revólver que el acusado asegura que tiró al mar y que no se encontró y testigos de la acusación.

Tres de estos testigos, un amigo, una prima y el chófer de la guagua en la que impactó una de las balas, han declarado que L.J.C.S. no tenia nada en las manos y dos de ellos han indicado que no llevaba camiseta, pues según el acusado el arma la llevaba escondida en esa prenda.

El primero de estos testigos, Ayose S.R., amigo del barrio y compañero de prisión de L.J.C.S, ha dicho que le vio salir del bloque de su casa, situada en la calle Córdoba, después de que él mismo le llamara por teléfono (a las 18.26 horas) para avisarle que habían visto a El Chupa, ya que sabía que lo estaba buscando porque había protagonizado un altercado en el burdel que regentaba la familia de la víctima.

Según Ayose S.R., el fallecido bajó enseguida tras su llamada y llevaba una blusa puesta pero "nada en las manos". Este testigo se marchó y oyó los disparos y, cuando se acercó, L.J.C.S. ya estaba muerto, boca arriba, y se imaginó que el autor había sido El Chupa, porque sabían que se buscaban los dos desde que la víctima había salido de prisión el 25 agosto con un permiso penitenciario.

En una llamada que se intervino de su teléfono a las 18.36, Ayose S.R. se le oye decir: "Chacho hermano, este se acaba de cargar a L.J.C.S. aquí", en alusión a El Chupa, si bien el testigo ha señalado que él no podía verificar su autoría porque no presenció los hechos.

Ha indicado que conocía el altercado que había protagonizado El Chupa y que el fallecido estaba "emperretado" en encontrarle, algo que quería evitar para que no tuviera más problemas porque estaba de permiso y sabía que era un tipo duro y violento y su amigo le había dicho "barbaridades", que le iba "a reventar, a matar y a cortar la cabeza".

La prima del fallecido que estaba esa tarde con él en su casa ha contado que se encontraba jugando a la videoconsola cuando recibió una llamada de teléfono y salió sin camiseta y sin nada en las manos, versión que coincide con la del chófer de la guagua que en ese momento estaba en una parada de la calle Córdoba y lo vio salir de entre los coches y cruzar por delante "gesticulando y enfadado".

No obstante, a preguntas de la defensa, el conductor de guagua ha comentado que tampoco puede asegurar del todo que no llevara nada en las manos porque él estaba centrado en su trabajo

Así mismo, ha explicado que al iniciar la marcha del vehículo sintió unas detonaciones y comenzó a escuchar gritos de los pasajeros.

La madre de la única hija del fallecido, de 15 años, ha reclamado que se les indemnice a las dos y que se le imponga la máxima condena a El Chupa y "se haga justicia".

El padre de la víctima, que también ha declarado, ha mostrado al Jurado su convencimiento de que a su hijo le tendieron "una trampa" ese día.

Ha indicado que a él le dijeron cuando llegó al lugar del crimen, al poco tiempo de que sucediera, que había sido el Chupa y que este salió corriendo y se fue a casa un de amigo, supuestamente a la de Lile.

En esta jornada ha declarado también un primo del fallecido, Yeray, quien ha dicho que L.J.C.S era como su hermano, y ha contado al tribunal el altercado que se produjo en el burdel de su familia y en el que trabaja.

Según Yeray, su primo al salir de prisión ya sabía lo que había ocurrido el 1 de agosto de ese año en la casa de citas, pues, aunque ha dicho que no estuvo la noche en la que un hombre, llegó al burdel y estuvo "repartiendo, gastando y rompiendo dinero"

Al día siguiente El Chupa, junto con el otro acusado y otras dos personas, se presentaron en su casa, que también estaba en el polígono de San Cristóbal donde sucedió el crimen.

Yeray ha señalado al Jurado que entregó 7.000 euros a Francisco Iván T.G. pero que no sabe cuánto fue lo que se gastó ese hombre aquella noche. Ha añadido que El Chupa reclamaba ese dinero porque era de un tío suyo y que para recuperarlo, una vez se fueron los cinco al burdel, amenazó con la pistola a una de las chicas y se llevó a dos no sabe adónde, una de las cuales denunció los hechos a la Policía.

El juicio continuará este jueves con la declaración de los testigos de la defensa.