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El virus baja las ventas de Halloween

La cancelación de la noche de las brujas pasa factura a las tiendas de disfraces y telas, afectadas ya por la suspensión de fiestas locales y del próximo Carnaval

El virus baja las ventas de Halloween

Este año Halloween ha sido más terrorífico que nunca. Y todo por el coronavirus, que ha venido al dar al traste con todo, también con las fiestas locales, regionales y nacionales tanto de carácter religioso como pagano, desde el pasado mes de marzo. Halloween no escapó a esta situación, aunque para muchos nada tenga que ver con la tradición grancanaria, cuya noche de finaos también fue cancelada en muchos municipios para cumplir con la normativa sanitaria establecida, que impide las celebraciones.

En el Kilo de San Bernardo, especializado en tejidos de todo tipo, reconocían que apenas había habido ventas para adquirir una tela con la que confeccionar un disfraz de terror. “En Canarias no es una fiesta que se festeje mucho; lo nuestro son los finaos”, declaró el gerente del establecimiento Rubén del Rosario días previos a Halloween. “Si ha habido alguna venta ha sido para confeccionar algún disfraz de niño, una máscara, pequeñas cosas”, comentó.

El pasado año en Las Palmas de Gran Canaria se celebraron varias fiestas en locales de copas y terrazas con la temática de Halloween o noche de las brujas, como también es conocida esta fiesta, que tiene su origen en Reino Unido e Irlanda en una fiesta pagana celta, y que luego popularizó Estados Unidos con la inmigración inglesa e irlandesa, sin contar con las celebraciones escolares y familiares.

Del Rosario sostenía que el sector ya habían sufrido un gran varapalo con la anulación de los Carnavales de 2021, después de que ninguna fiesta local se pudiera celebrar este año. “Ya no solo a título empresarial, sino para el amplio abanico de empresas que viven de ello en la ciudad; y que según dice van a dejar de facturar 15 millones de euros”, manifestó.

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Halloween en las tiendas

El gerente no quiso dar cifras del impacto de las carnestolendas en el negocio pero reconocía que en febrero “la clientela se duplica y se triplica” en el establecimiento, que desde 1963 está abierto en la capital. Afortunadamente no han tenido que anular pedidos ya que tras la declaración del estado de alarma estuvieron esperando a que el Ayuntamiento se pronunciase al respecto dado que las principales fiestas se iban cancelando en otros sitios. “Tras la anulación de Carnaval de Santa Cruz de Tenerife estaba cantado que los siguientes seríamos nosotros”, añadió del Rosario, cuyo negocio también se ha visto afectado por la reducción de producciones teatrales y otro tipo de eventos culturales. “Las que hay han reducido costes o han tirado de anteriores vestuarios”, declaró.

Para el Bazar Ani, en Maspalomas, la fiesta de Halloween supone el 40% de la facturación anual dado que están en una zona turística y los hoteles y locales preparan muchas fiestas para atraer al turismo extranjero, que además comulga con esta celebración. Su propietario, Agustín Armas, preocupado por el futuro incierto que se avecina para el sector, confesaba que este año “algún colegio, algún padre, ha pedido algún complemento, pero poca cosa, aunque siempre se animan a última hora”.

“Este año empezó muy duro con la suspensión de la Semana Grande del Carnaval en el Sur [Cabalgata, la gala Drag, la gala del Turista y el entierro de la sardina]; los cuatro días de más negocio se esfumaron para nosotros”, señaló tras la anulación precipitada de las carnestolendas en Maspalomas.

Para el Bazar Ani, supone el 40% de la facturación por las fiestas en hoteles y locales del Sur

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La prohibición de celebrar fiestas, la falta de turistas y el cierre de muchos establecimientos ha impedido incluso vender artículos de decoración como otros años. “En los locales han optado por reciclar material de otros años o comprar alguna cosa de pequeño coste”, respondió. Este año, las típicas calabazas y murciélagos han sido lo artículos más vendidos; también todo lo relacionado con la organización de meriendas caseras como platos, vasos, manteles y girlandas con motivos alusivos a Halloween.

“Es duro continuar así. Empezamos con la suspensión del Carnaval y ahora en octubre adiós a Halloween, veremos qué pasará en Navidad, ¿hasta cuándo vamos a seguir así?”, se preguntó el propietario de Bazar Ani que, sin embargo, no ha cesado de actualizar y potenciar su página web aprovechando el parón festivo impuesto por el virus. También de colaborar con otras empresas relacionadas con el sector de eventos para “ permanecer a flote y esperar a que lleguen tiempos mejores”.

Tanto el gerente de El Kilo de San Bernardo como el propietario de Bazar Ani confiaban en que nadie se saltará la normativa sanitaria en Halloween pese al daño para sus establecimientos.

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