Zeus tiene cuatro años y ha escrito la carta a los Reyes Magos y Papá Noel por primera vez en su vida. Su madre, Irasema Jiménez, reservó hora con el personaje del Polo Norte a eso de la una de la tarde en el Centro Comercial Alisios y el pequeño estaba nervioso, completamente emocionado ante tal acontecimiento. Durante estos días las grandes superficies de la capital grancanaria -de Las Arenas al Siete Palmas- se llenan del espíritu de la Navidad; de sentimientos que, por unos instantes, alejan a las familias de las malas noticias que han copado la agenda informativa durante el último año por culpa de la pandemia. Eso sí, siempre con las debidas precauciones sanitarias de por medio.
Con el fin de evitar aglomeraciones este año es necesario solicitar cita previa para hablar con Papá Noel en el Centro Comercial Alisios. “Menos mal, porque el año pasado la cola se perdía por aquel pasillo”, señalaron este domingo Inma y David, padres de Alexandre y Adriana, tras hacer la visita de rigor de la Navidad. “Unas dos horas tardamos entonces”, calcularon, así a ojo con respecto a las pasadas navidades. Una situación que para nada se corresponde con la actual, pues, para empezar, los niños y las niñas no pueden abrazar al entrañable personaje del Polo Norte o sentarse sobre sus piernas; en lugar de eso tendrán que limitarse a charlar con la pertinente distancia de seguridad.
“A nosotros siempre nos invade el espíritu de la Navidad”, recalcó la pareja, “hasta construimos una chimenea en el salón y la decoramos”. Precisamente, Alexandre y Adriana, los pequeños de la casa, fueron ayer vestidos para la ocasión, con sus pulóveres con motivos navideños, diadema de reno para ella y de Papá Noel para él. “Les encanta”, apuntó la madre. Y aunque estuvieron un poco nerviosos con el personaje del Polo Norte, sí que tenían claro qué le pedían en esta ocasión. Él, de nueve años, un videojuego para la play; y ella, de cuatro, una muñeca LOL y una casa de Pinipon.
Lo cierto es que alrededor de la casa de Papá Noel de Alisios los padres y sus hijos se quedan embelesados mirando estos días, pues los más pequeños están deseando echar su carta en el buzón y esperar, primero, a la noche del 24 de diciembre y, después, al 6 de enero con la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Uno de esos niños con toda la ilusión del mundo era Zeus, que con apenas cuatro años se las arregló -con la ayuda de su madre, eso sí- para hacer las dos listas de juguetes y regalos.
El arca de Noé de Playmobil, una granja, un juego de mesa, dinosaurios, muñecos varios, las peticiones de regalos del pequeño Zeus son largas, pero él confía en que Sus Majestades de Oriente y Papá Noel sean generosos. “La lista la hizo él mismo, recortó lo que quería de los catálogos y pegó, como todavía no sabe escribir”, señaló su madre, Irasema Jiménez, quien este domingo acudió al citado centro comercial desde la ciudad de Telde junto a su cuñada y otras amigas, además de sus respectivas hijas, para pasar el día. “Entregar la carta, ir de compras, luego comeremos unas hamburguesas”, indicó, y, por último, la guinda en este día navideño vendría por la tarde, “tenemos la cita previa pedida para el Belén de arena de Las Canteras”, apuntó con un claro entusiasmo, y es que ayer ya estaba planeando cómo ocupar el próximo fin de semana con el resto de madres.
Las pequeñas Gara y Naira también acudieron este domingo al centro comercial para enviarle un mensaje claro y contundente a Papá Noel, aunque una se mostraba más tímida que la otra. En este caso, hay juguetes que nunca fallan. Una le ha pedido el parque de atracciones de Pinipon y la otra unos muñecos de la Patrulla Canina, sin duda, estos dibujos animados se han convertido en los más populares entre niños y niñas por igual en los últimos años.
“Hemos venido para pasar un rato, entregar la carta y comprar el vestido para el bautizo de la más pequeña”, señaló Lourdes Luján, madre de Gara y Naira. Pero lo cierto es que la Navidad no solo está hecha para los más pequeños de la casa. Unos cuantos adolescentes y adultos esperaban este domingo su turno ante el bosque de luces encantado de Alisios para sacarse una foto a su sombra o a los pies del gigantesco árbol.
Muchos adultos aprovechan estas aperturas dominicales de las tiendas para acudir a los centros comerciales de la capital grancanaria y hacer sus compras de Navidad. Es el caso de Marisa Perea Figueroa. Esta vecina del Lomo los Frailes iba por los pasillos del Alisios, ya camino del aparcamiento, pasadas las 12 del mediodía. “Vine pronto para evitar un poco otras horas, en las que hay más gente”, explicó. Y es que la sensación de seguridad y amplitud es algo que valoran mucho quienes van en busca de futuros regalos estos días, para evitar así contagios.
En el caso de Marisa, aprovechó que tenía el día libre, tal y como apuntó ella misma, para comprar unos cuantos regalos para toda la familia. A pocos metros de allí, Natalia Ramírez y Francisco Martínez también van cargados de bolsas. “Hacemos las compras y luego nos comeremos un buen bocadillo de jamón, que nos gusta mucho el que tienen aquí arriba”, indicó él mientras mantenía cartuchos en ambas manos.
En estos casos el espíritu y la ilusión de la Navidad nunca se pierden. “Nosotros vamos a esperar ahora por los Reyes”, señaló rotunda Natalia. Eso sí, una vez más con la crisis sanitaria y económica siempre presente. “Contenemos el gasto por lo que pueda pasar, pero por suerte no tenemos problemas en ese sentido”, indicó esta pareja de Valsequillo.
En estos tiempos de pandemia, algunos han preferido escalonar las compras, “buscar los huequitos libres”, como señalaba este domingo Meryem Alfonso junto a su hija tras salir de una juguetería del Alisios después de comprar el regalo de cumpleaños de su hijo más pequeño. “Lo de Navidad ha ido cayendo poco a poco”, reconoció. Quien también fue a noveleriar como se suele decir es María Hernández Sosa, vecina de Hoya Andrea, junto a una amiga, aunque en su caso acudieron al Centro Comercial Siete Palmas.
Entre noveleros y familias varias, el Siete Palmas cuenta estos días con multitud de talleres y también con un mercadillo navideño. Este domingo tocó hacer caretas de Rudolf, el fiel reno de Papá Noel, pero hasta el próximo 5 de enero, víspera de Reyes, se irán sucediendo las actividades, incluida una exhibición de magia de la mano del mago Abel.
A pocos metros del taller, Andrea Bienes expone sus creaciones en el puesto que tiene en el mercadillo navideño hasta el próximo jueves. En su caso, esta tinerfeña cuenta con su propia marca Andrea’s Moda Collection, y, además, en el mismo stand que tienen estos días en Siete Palmas expone junto a sus socias productos de papelería y accesorios, que también son de fabricación propia, indicó ayer. “Es ropa diseñada y confeccionada por mí”, puntualizó la modista Bienes.
Junto al puesto de la diseñadora, la peña de Aythami Artiles -jugador de la UD Las Palmas- ha organizado una apuesta solidaria. En este caso, venden cestas con todo tipo de contenido con precios que va desde un bolígrafo serigrafiado con el equipo de fútbol a 1,5 euros hasta un paquete grande con todo tipo de artículos comestibles a 65 euros. También tienen balones, bufandas de la UD y están a la espera de lotes de productos del Club Baloncesto Gran Canaria. “Todo lo recaudado será para comprar juguetes para los niños más necesitados”, indicó Daniel Granado-Rafart, quien está al frente del stand en el centro comercial Siete Palmas.
Y es que el espíritu navideño inunda las grandes superficies de la capital grancanaria estos días, un sentimiento que solo puede salir a flor de piel en este tipo de fechas, aunque sin dejar de lado las pertinentes precauciones ante posibles contagios de la pandemia. Unas jornadas en las que los niños son los protagonistas.